CaraboboInternacionalesNacionalesOpinión

Opinión. La Corte Penal internacional. Otro esperpento del siglo XX Fernando Márquez Arocha

La Corte Penal Internacional (CIP) es un Tribunal de Justicia Internacional permanente cuya misión es juzgar a las personas que han cometido crímenes de genocidio, de guerra, de lesa humanidad como la esclavitud, el exterminio, los asesinatos, las desapariciones forzosas con las torturas, los secuestros y el delito de agresión entre otros.  La misma tiene su sede en La Haya, Países Bajos.
Aunque esta es la naturaleza de la CPI, a través de la historia se ha evidenciado como mucho de los crímenes nombrados anteriormente han quedado impunes. Casos como Camboya, Mozambique, Liberia, El Salvador, Panamá, Gaza, entre otros. Queda en evidencia la impunidad que han gozado los yankees involucrados en los delitos que debería juzgar esta Corte. Ya en el año 2002 el presidente George Bush firmó la Ley American Servímembers Protectión (Ley de protección de soldados estadounidenses), la misma permite al Presidente utilizar todos los medios necesarios para liberar a los ciudadanos estadounidenses detenidos por la Corte. En julio de ese mismo año 2002 Estados Unidos presenta una propuesta formalmente a la CPI para otorgar inmunidad a los soldados estadounidenses que participen en las mal llamadas «misiones de paz».

Previamente ya esté país del norte ya había exigido ficha inmunidad permanente a sus soldados para evitar que fueran llevados a juicios. Es importante destacar que en este mismo año los EEUU veto en el Consejo de Seguridad de la ONU la extensión del mandato de la Misión de Naciones Unidas en Bosnia y Herzegovina, el motivo de esta situación fue que el país imperial no logró la inmunidad de los soldados estadounidenses ante la CPI. Al pedir inmunidad para delitos como el genocidio, los crímenes de guerra,  los crímenes contra la humanidad, los EEUU se están declarando en la  práctica por encima del Derecho Internacional y fuera del sistema internacional de justicia.

El Estatuto de Roma de la CPI ya contiene amplias salvaguardias que protegerían a cualquier soldado estadounidense de un proceso carente de fundamento o motivación política. Nunca antes como ahora, han calado en la opinión publica las reiteradas denuncias sobre asesinatos de civiles inocentes que a diario realizaban las tropas gringas en Irak, desde que ocuparon ese país en el 2005. pero mientras el imperio no se vea obligado a desocupar está región los crímenes continuarán ocurriendo de manera impune. Entre tantos hechos impunes encontramos uno destacado como lo fue la matanza mansalva de 24 pobladores de la localidad de Haditha, realizada por soldados norteamericanos el 19 de noviembre de 2005, además de este hecho, la mayoría de los las agencias de noticias e investigaciones han revelado otros crímenes cometidos por estos soldados donde incluyen a mujeres, niños, niñas, ancianos y personas discapacitadas.

Cabe destacar que la mayoría de estos criminales fueron absueltos a pesar de las pruebas que demuestran su culpabilidad. Incluso actualmente hemos visto como soldados norteamericanos desde naves de grandes dimensiones atacan y destruyen a pequeñas lanchas (peñeros) de pescadores matando y rematando impunemente a sus tripulantes,  argumentando ser narcotraficantes sin tener una sola prueba de ello. Ya Amnistía Internacional -muy cuestionada por cierto-, presentó  gran cantidad de informes sobre los malos tratos físicos y psicológicos que recibieron los prisioneros de la cárcel Abu Ghraib. Los testimonios de ex detenidos iniciaron la presencia de un cuadro abominable de abusos especialmente en los interrogatorios a los que eran sometidos donde les propinaban fuertes palizas, inmovilización prolongada en posturas dolorosas y en algunos casos los privaban del sueño o los obligaron a permanecer de pie períodos largos expuestos a música con un volumen elevado y a luces incandescentes que afectaban su visión. Algo similar a lo ocurrido en la cárcel de El Salvador con los compatriotas venezolanos que fueron enviados a ella por órdenes del cochino Donald Trump.
Ante los hechos ya nombrados y otros que también se han conocido con la gerentela de juicio de la actuación de la CPI, ya que se ha rendido ante las fuerzas imperialistas siendo cómplice de la impunidad sobre crímenes atroces y permitiendo que se sigan cometiendo hasta la actualidad delitos que involucran la muerte de ciudadanos inocentes bajo la mirada silenciosa de los organismos competentes. Es por ello que reiteramos que la CPI no es más que un esperpento del siglo 20. Además cabe señalar que países como Rusia. China. Israel, EEUU. india y Turquía no son suscriptores del Estatuto de Roma. mientras que otros países como Burundi y Filipinas se han retirado y Venezuela ha iniciado el proceso para su retiro, sumándose a países que lo firmaron pero no lo ratificaron, como otros en África y en América Latina. A la CPI ya le podemos ir diciendo «QEPD».

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba