Diablos Danzantes en Aragua: Tradición ancestral que combina lo místico y la cultura popular
Noticias-Kikirikí.- La reconocida celebración de los Diablos Danzantes, es una de las manifestaciones religiosas y culturales con mayor arraigo en el estado Aragua, y otros estados del país como Miranda, Cojedes y Carabobo, donde cerca de 11 cofradías celebran la presencia de Cristo, en el Santísimo Sacramento de la eucaristía, cada noveno jueves posterior al Jueves Santo.
En la festividad que data desde el siglo XVII, transmitida de generación en generación en diferentes comunidades de Venezuela, convergen el misticismo y la firme convicción de las creencias populares.
El estado Aragua, es la entidad que agrupa la mayor cantidad de cofradías de Diablos Danzantes en el país, con cinco hermandades emplazadas en los pueblos de las costas y distintas comunidades de la ciudad de Maracay.
La inspiración central de esta expresión religiosa, de raíces hispanas, es alcanzar a través de la danza, el reavivar de la fe y el respeto al Santísimo, el triunfo del bien sobre el mal, por lo que sus creyentes y bailadores, año tras año mantienen intactas sus costumbres.
En Aragua, se concentra las cofradías en las poblaciones de Chuao, Ocumare de La Costa, Cata y Cuyagua, en el litoral aragueño, mientras que los integrantes de cofradía de Turiamo están radicados desde hace más de 58 años en Maracay, luego de haber sido desterrados de su tierra natal el 30 de marzo de 1957, por mandato de Marcos Pérez Jiménez, quien ordenó la instalación de la Base Naval de Turiamo en esa población.
La fraternidad de Turiamo conserva la tradición, en la comunidad del barrio 23 de Enero, barrio El Recurso, La Coromoto y San Vicente, donde trasmiten sus creencias, como un acto fe para pagar las promesas otorgadas por el Santísimo.
En el sagrado culto, los creyentes llevan llamativos atuendos coloridos, una vistosa capa, cruces de palmas, escapularios, rosarios, amuletos y máscaras que definen la jerarquía de la agrupación, la cual recorre las calles de los pueblos para impregnar con su gran energía e inquebrantable devoción.
El ritual
Los rituales y bailes comienzan desde las 6:00 de la mañana, cuando los pagadores de promesa al Santísimo, se convierten en demonios que espantan las malas influencias, al son del cuatro y la maraca. En la población de Chuao agrega la particularidad del retumbante sonido del tambor y que los diablos no utilizan capa.
En la celebración que evoca al Corpus Cristi, los integrantes de las cofradías se reúnen a preparar sus vestuarios, realizar los rezos previos y colocar sus mascaras. Una vez listos, reciben la bendición del capataz (encargado de guiar a los diablos), para salir a las calles a iniciar el recorrido.
Los diablos van a la puerta de la iglesia y tienen que rendirse al suelo ante Dios, luego realizan una serie de rituales llamados: Baile del cruzado, vuelta del caracol, baile de frente, entre otros.
Una vez culminados los actos religiosos, los bailadores inician la denominada Diablada y la celebración de la festividad, con un recorrido en las casas de los hermanos del Santísimo, pagadores de promesa y creyentes, donde se instalan hermosos altares, con la imagen del Santísimo Sacramento, entre otras de la religión católica y africana, que son rezadas por los diablos.
Juan de Dios Mijares, presidente y tercer capataz de la cofradía de Turiamo, destaca que la manifestación de los Diablos Danzantes, es una hermosa tradición que se mantiene en el acervo cultural del estado y que ha sido transmitida entre generaciones como un sagrado tesoro.
«Nosotros fuimos desalojados de nuestro pueblo Turiamo y aún así hemos mantenido nuestra tradición, aquí en el casco central de Maracay, para mi ha sido mi vida entera, y es parte de esa devoción que tengo por el Santísimo Sacramento, por todos los favores que me ha concedido», dijo.
Mijares cuenta que las cofradías de diablos danzantes, han cumplido con el gran trabajo de sostener estas tradiciones culturales, en la formación de valores de los más jóvenes, «es importante que se mantengan las costumbres de nuestros pueblos, basadas en la fe cristiana; el gobierno nos ha brindando un gran apoyo para preservar esta centenaria tradición».
La festividad religiosa de Diablos Danzantes fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco) en 2012.
Los Diablos Danzantes, mantienen su esplendor en las tradiciones populares del Venezuela, con el cálido sentir del pueblo y la devoción a Dios, que alienta al bienestar y porvenir de sus creyentes.