Santuario a la Virgen de Coromoto: Ícono de religiosidad y remanso de paz
(Noticias-Kikiriki) .- Poca es la gente que no se impresiona ante la inmensidad, el diseño y la belleza del Santuario Nacional a la Virgen de Coromoto, un templo de 4.000 metros cuadrados de construcción y 76 metros de altura que rinde homenaje a la excelsa Patrona, justo en el lugar donde ella hizo su aparición al indio Coromoto, el 8 de septiembre de 1652.
Inaugurado y bendecido por el Papa Juan Pablo II durante su segunda y última visita a Venezuela, el 10 de febrero de 1996, el Santuario recibe anualmente a más de 50.000 personas, entre devotos y turistas que cada asueto, cada fin de semana y especialmente cada septiembre arriban a Portuguesa, a renovar su fe coromotana en un espacio que es remanso de paz y parada obligatoria en los llanos del país.
Se ubica en la parroquia Quebrada de la Virgen, a escasos 10 kilómetros de Guanare, la capital, vía a Barinas. Quienes se trasladan desde el centro hacia el centroccidente y los andes del país, y viceversa, entran a «encomendar» sus viajes y a admirar las valiosas piezas que reposan en su interior, entre ellas el rosario de perlas que Su Santidad colocó sobre el relicario de oro y plata donde se conserva la estampa que la Virgen dejó en manos del cacique.
«Nadie deja de pasar por aquí antes de llegar a su destino», expresa uno de sus ex rectores, el sacerdote Pablo Aguilar, al referir que el recinto es uno de los lugares de Portuguesa más visitados en temporadas vacacionales, «es el ícono de la religiosidad en Venezuela y una invaluable joya arquitectónica».
En el Santuario a la Virgen de Coromoto, elevado a Basílica Menor el 20 de octubre de 2007 por decisión del Papa Benedicto XVI, se conservan intactos y se exhiben en el sótano, en una Sala Papal, la indumentaria y todos los accesorios que usó Juan Pablo II durante su inauguración, en una ceremonia eucarística que reunió hace 19 años a más de 2 millones de personas.
En el mismo nivel de la Sala Papal está el Museo Coromoto, donde hay una invaluable colección de objetos traídos por venezolanos y extranjeros en acción de gracia a la Virgen, por milagros concedidos y pago de promesas.
La obra, del arquitecto Erasmo Calvani, se construyó entre 1975 y bien entrada la década de los 90. Tiene capacidad para albergar a 2.500 personas, una cúpula de más de 50 metros con vitrales policromados alusivos a la Virgen, pisos de mármol, tres altares, un mirador ubicado a 32 metros de altura y paredes con bajos relieves que escenifican la aparición de la advocación mariana.
A unos cinco kilómetros del sagrado recinto se encuentra el Parque La Aparición y ambos lugares constituyen los destinos de referencia de peregrinos que visitan Portuguesa cada año, para celebrar la aparición de la Virgen, el 8 de septiembre, y su Declaración Canónica como Patrona de Venezuela, el día 11 del mismo mes.