Generación de Oro del karate do ya tiene su relevo
(Noticias-Kikiriki).- Sonrisas, entrega, alegría, sudor, llanto, pero sobretodo perseverancia tuvieron 15 jóvenes atletas que recibieron el cambio de cinta en el acto de ascenso del Dojo Michi Kansei Ni (MKN) en una muestra de que el relevo de la Generación de Oro del karate venezolano comienza a brillar con luz propia.
No fue una sorpresa el cambio de cinta, pues todos aseguran que se esfuerzan por cada día ser mejores atletas y personas.
“Tengo dos años y medio en el Dojo y es algo que me hace muy feliz. Para mí es aprender cada día. Le agradezco a todos los que me han ayudado”, dijo Aneley Ojeda, de siete años, y quien muy feliz recibió su cinta amarilla.
La sonrisa de Ojeda era compartida por todos los pequeños que ante la vista de padres, amigos y familiares demostraron a sus senseis que el nombre del dojo MKN está bien representado en las compentencias a las que asisten.
Los karatecas fueron evaluados por el shighan Luis Alberte, así como por los senseis Ismael Delgado, Wilkens Gutiérrez, Yeisi Piña, Franyelis Brito, Richard Idrogo y Alfredo Loyo.
ORGULLOSOS
Entre abrazos y fotografías los atletas lucían imponentes sus nuevas cintas. Sus rostros mostraban alegría, la misma que tenían sus senseis, quienes orgullosos felicitaron a las estrellas del karate do nacional.
“Estoy muy emocionado. Todos trabajamos muy fuertes y ahora tenemos nuestras cintas. Me seguiré esforzando porque quiere ser sensei y yo enseñar a otros niños”, aseguró Miguel Ubeto, de cinco años, quien recibió su cinta amarilla.
El menor forma parte de una dinastía de atletas. Ahora comparte con su hermana Michelle, de nueve años y quien también fue ascendida con el cinturón naranja, el amor por el karate do.
“Quiere llevar el uniforme de Venezuela por todo el mundo y darle muchas alegrías al país. Las medallas que gane son de todos. Mis senseis son los mejores”, aseguró la mayor de los hermanos Ubeto.
DULZURA
Para practicar karate solo se necesita disposición y el apoyo de los padres. Es así como desde muy pequeños todos los niños pueden incursionar en este disciplina.
Dulzura e inocencia derrochó Lisbeth García, quien en el tatami arrancó aplausos. Su destreza la hizo merecedora de la cinta azul celeste.
“Quiero ser cinta negra. El karate me gusta mucho, yo voy al colegio y luego al Dojo, todo me gusta, menos correr”, confesó la karateca de cinco años y el de más baja estatura del grupo, pero como sus senseis dicen con un talento impresionante.
Abrazada a su mamá, la karateca tacaba constantemente su cinta. Su esfuerzo se vio recompensado.
AMOR Y TRABAJO
Para los senseis que hacen vida en el Dojo MKN es un honor tener jóvenes tan talentosos, por lo que, como ellos mismos lo afirman, los honrados son los propios atletas.
Richard Idrogo, presidente de la organización Dojo Michi Kansei Ni, explicó que el principal objetivo es formar individuos integrales de bien.
“Tenemos una tarea formativa y social. Hay muchachos talentosos que lo dan todo. Ellos cuentan con nosotros y con sus padres que son entregados. Para nosotros es una alegría verlos en el tatami compitiendo, porque sabemos que no solo están desempeñando una buena labor. Todos son chamos con un futuro estupendo”, destacó Idrogo.
El sensei no pudo ocultar su satisfacción y emoción al saber que ya son innumerables los triunfos que suman en sus vitrinas. Sabe que en sus hombros está un enorme peso, pero lo asume con amor y trabajo.
“Tengo una responsabilidad muy grande porque soy yo quien recibe a los niños en su etapa inicial. Soy quien les enseña los primeros movimientos. Es maravillosos porque vas viendo cómo crecen los muchachos y cada triunfo de ellos es una triunfo de MKN”, refirió Idrogo, quien hace ocho años en compañía de su hermano Ismael y con apoyo de su mamá, María García, dieron inicio a este sueño.
Ahora Idrogo mira hacía atrás y ve alegría y trabajo duro, voltea la mirada al futuro y ve a sus “pollos” llenos de victorias. La Generación de Oro del karate do nacional ya tiene su relevo.