Cristiano y Bale dan miedo al Bayern

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Múnich es la ciudad maldita del Real Madrid en la Copa de Europa. Los datos y los hechos así lo demuestran. Diez partidos disputados allí con un balance de nueve derrotas y un empate. Los blancos jamás han logrado ganar en el Olímpico ni en el Allianz, dos estadios que se han inflamado cada vez que el equipo blanco ha pisado por allí. Mañana no será una excepción.

Sin embargo, entre tanto miedo y derrota, hay un dato que invita al optimismo en el Real Madrid. El Bayern gana casi siempre, pero no suele pasar por encima del equipo blanco. De hecho, a los de Ancelotti les valdrían cualquiera de los últimos siete resultados que han cosechado en Múnich durante las eliminatorias disputadas.

La última vez que el Madrid jugó en Allianz (2011-2012) cayó por 2-1, resultado que le valdría para estar en Lisboa el próximo 24 de mayo. Y por 2-1 perdió también en la 2006-2007, resultado que entonces le dejó fuera, ya que los blancos habían ganado por 3-2 en el Bernabéu.

En la 2003-2004, el Madrid obtuvo el mejor resultado de su historia en Múnich. Un empate a uno que luego culminaría en el Bernabéu venciendo 1-0. Por supuesto, el empate le valdría al Real Madrid en esta ocasión.

A la Novena también se fue por Múnich, en los cuartos de final, en una eliminatoria en la que la ida se jugó en el Olímpico y en la que los blancos cayeron por 2-1, con aquel célebre gol de Geremi. El Madrid se adelantó aquella noche en el marcador y firmaría ahora mismo repetir ese episodio.

Pero fue el año de la Octava el precedente más parecido al actual. El Real Madrid venció 2-0 en la ida y debía defender ese resultado para meterse en la final de París. Múnich se incendió en la vuelta, pero el Madrid resistió el asedio y se clasificó tras caer tan solo por 2-1. Anelka fue el héroe aquella noche con su gol.

Esa misma temporada, el Real Madrid había caído por 4-1 en la fase de grupos, encuentro que no tenía ninguna trascendencia. Yes que para encontrar un duelo del K.O. en Múnich que dejaría fuera al Madrid de la Champions hay que remontarse nada menos que a la temporada 86-87 (4-1) cuando el equipo de una incipiente Quinta del Buitre caía goleado en la ida de las semifinales de aquella Copa de Europa. Fue el partido que terminaría con el famoso pisotón de Juanito a Matthaus y la eliminación del Madrid.

Alemania, bendita maldición
El país teutón no se le da bien al Real Madrid, pero las tres últimas Champions han llegado por Alemania. Para ganar la Séptima, el Madrid tuvo que eliminar al Bayer Leverkusen y al Borussia en cuartos y semifinales. En la Octava cayó el Bayern en semifinales. Yla Novena llegó tras apear al equipo muniqués en cuartos y vencer al Leverkusen en la final. Este año, por ahora, ya han caído el Schalke y el Borussia. Falta el Bayern.

Múnich es la ciudad maldita del Real Madrid en la Copa de Europa. Los datos y los hechos así lo demuestran. Diez partidos disputados allí con un balance de nueve derrotas y un empate. Los blancos jamás han logrado ganar en el Olímpico ni en el Allianz, dos estadios que se han inflamado cada vez que el equipo blanco ha pisado por allí. Mañana no será una excepción.

Sin embargo, entre tanto miedo y derrota, hay un dato que invita al optimismo en el Real Madrid. El Bayern gana casi siempre, pero no suele pasar por encima del equipo blanco. De hecho, a los de Ancelotti les valdrían cualquiera de los últimos siete resultados que han cosechado en Múnich durante las eliminatorias disputadas.

La última vez que el Madrid jugó en Allianz (2011-2012) cayó por 2-1, resultado que le valdría para estar en Lisboa el próximo 24 de mayo. Y por 2-1 perdió también en la 2006-2007, resultado que entonces le dejó fuera, ya que los blancos habían ganado por 3-2 en el Bernabéu.

En la 2003-2004, el Madrid obtuvo el mejor resultado de su historia en Múnich. Un empate a uno que luego culminaría en el Bernabéu venciendo 1-0. Por supuesto, el empate le valdría al Real Madrid en esta ocasión.

A la Novena también se fue por Múnich, en los cuartos de final, en una eliminatoria en la que la ida se jugó en el Olímpico y en la que los blancos cayeron por 2-1, con aquel célebre gol de Geremi. El Madrid se adelantó aquella noche en el marcador y firmaría ahora mismo repetir ese episodio.

Pero fue el año de la Octava el precedente más parecido al actual. El Real Madrid venció 2-0 en la ida y debía defender ese resultado para meterse en la final de París. Múnich se incendió en la vuelta, pero el Madrid resistió el asedio y se clasificó tras caer tan solo por 2-1. Anelka fue el héroe aquella noche con su gol.

Esa misma temporada, el Real Madrid había caído por 4-1 en la fase de grupos, encuentro que no tenía ninguna trascendencia. Yes que para encontrar un duelo del K.O. en Múnich que dejaría fuera al Madrid de la Champions hay que remontarse nada menos que a la temporada 86-87 (4-1) cuando el equipo de una incipiente Quinta del Buitre caía goleado en la ida de las semifinales de aquella Copa de Europa. Fue el partido que terminaría con el famoso pisotón de Juanito a Matthaus y la eliminación del Madrid.

Alemania, bendita maldición
El país teutón no se le da bien al Real Madrid, pero las tres últimas Champions han llegado por Alemania. Para ganar la Séptima, el Madrid tuvo que eliminar al Bayer Leverkusen y al Borussia en cuartos y semifinales. En la Octava cayó el Bayern en semifinales. Yla Novena llegó tras apear al equipo muniqués en cuartos y vencer al Leverkusen en la final. Este año, por ahora, ya han caído el Schalke y el Borussia. Falta el Bayern.

Albtraum. Así se dice pesadilla en alemán. Guardiola, buen conocedor del idioma, la conocerá de sobra. Y la habrá pronunciado más que nunca estos días. Por la noche, cuando duerme, se le aparece el atleta Cristiano galopando por el Allianz. Albtraum al canto. Y cuando consigue conciliar el sueño, el atleta Bale esprinta sobre su césped. Albtraum que te crió. Noche tras noche.

Cristiano y Bale llevan sin jugar juntos desde hace casi un mes, en la ida de cuartos ante el Borussia. Mojaron los dos y el Madrid ganó 3-0. Normal que en el Bayern haya pavor. Si hubo espías alemanes en el partido ante Osasuna habrán visto por el videomarcador el gol del galés en Mestalla y en directo los dos misiles del portugués a la escuadra.

Después de analizar el partido de ida, en el que el Madrid, de tener la mira colocada, se pudo haber llevado un resultado mucho mejor a Baviera, los técnicos del Bayern se encuentran con un dilema. Atacar al Madrid a la desesperada es un suicidio. Acumular jugadores en campo contrario para tocar sin finalizar las jugadas es un suicidio.

Y saben bien en Múnich que el Madrid no va a tomar responsabilidades. Ancelotti ha dejado claro que su idea es marcar antes que defender. A los caballos blancos les soltó las riendas. Bale y Cristiano se ponen a tono. Se juegan el año en 90 minutos.

Entre los dos llevan 19 goles en Champions. 24 sumando los del tercer espada, Benzema, y los tres estarán en el Allianz. Pero si a Pep le gustaría tener en su equipo a Karim, fino, su miedo es la velocidad de Bale y Cristiano a la espalda de sus defensas.

Una espalda frágil En el Bernabéu y también en la Bundesliga, el equipo de Guardiola ha demostrado problemas en la retaguardia, especialmente cuando toca correr hacia atrás para defender un contragolpe. El entrenador catalán se devana los sesos pensando cómo anular su potencia. Si les deja correr está muerto. Eso lo saben hasta los árboles de Múnich.

Cristiano ya conoce el Allianz. Jugó allí en la ida de las semifinales de 2011. Gareth probará su hierba por primera vez esta tarde, en el entrenamiento del Madrid en Múnich. El reconocimiento del campo de batalla antes de cabalgar hacia la victoria.

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