Ante los Bárbaros
Vargas Vila
Con cerrar los ojos no se evita el golpe del verdugo… es preciso mirar el hacha frente a frente… y escupirla con desprecio. Antes que caiga sobre nosotros…
que nos degüelle… sea… pero, que no nos ¡humille!
Si no hay ya, en ciertos países de nuestra América, hombres que sepan cómo se muere, es necesario que sepan siquiera de qué ¡se muere!