(Noticias-Kikiriki).- Siete juegos han bastado para que un jugador David Peralta el cual a principio de temporada era un completo extraño en el mundo exclusivo de las mayores, se acentuara en el lineup titular de los Cascabeles de Arizona. Aterrizó con el amanecer del mes directo desde doble A; sin hacer escala en triple A, en un lineup que necesitaba un refrescamiento, una depuración para comenzar a ganar juegos. Su adaptación es notable. En los juegos disputados ha consumido 28 turnos al bate y ha disparado 12 indiscutibles, eso se traduce en un promedio de .429. Nada despreciable.
“Tengo que seguir enfocado y haciendo las mismas cosas que ejecutaba cuando jugaba en las menores, esa es la clave del éxito, no decaer solo porque ya logré subir”, comentó el criollo a MLB.com. La integración de Peralta en la cueva de Phoneix ha sido exitosa por los venezolanos que se han apoderado del club house de los Cascabeles. “Él llegó y nosotros lo recibimos con todas las ganas de mostrarle el camino. Lo está haciendo muy bien y espero que mantenga la confianza y continue ayudando al equipo”, esbozó Miguel Montero, careta titular de la tropa que dirige Kirk Gibson.
La versatilidad del jardinero es lo que ha impresionado no sólo al mánager sino también a la fanaticada: puede correr, es seguro en el outfield y tiene un poder más que ocasional (hace dos días conectó el primer cuadrangular de su carrera). David Peralta ha conectad hits en cada uno de los juegos en los que ha participado desde su llamado a Grandes Ligas, estableciendo así, un nuevo récord de más juegos consecutivos conectando sencillos para un jugador novato en la franquicia. Ha impuesto su propio sello y ha empezado a recibir dividendos, el talento criollo invadió Arizona.