Posiblemente no haya habido un entrenador más influyente en la historia del fútbol, ninguno que tuviera un estilo más definido ni uno que dejara una huella más profunda en un equipo que la de Johan Cruyff en el Barcelona. Sin embargo, la llegada de Simeone al Atlético reabre el debate, pues aunque su obra aún no ha concluido ya mejora los números del Flaco. Tras el triunfo del sábado ante el Valladolid colecciona 180 en el campeonato doméstico después de 285 partidos, superando las 179 victorias del holandés en las 300 ocasiones en las que se puso al frente del cuadro azulgrana. Se dice pronto.Hasta 15 encuentros menos ha precisado El Cholo para ganar más veces que el hombre que revolucionó el fútbol para implantar un sistema de ataque total y bandera del juego de toque. En este tiempo, el argentino también ha perdido menos (45 únicas derrotas por las 53 que sufrió el gran Johan), siendo el balance de empates el único en el que tiene una desventaja (60 por 68). Casi nada.De hecho, sólo dos entrenadores en la historia de la Liga española han firmado más triunfos que Simeone como conductores de un mismo equipo, aunque será cuestión de tiempo, la próxima temporada para ser más exactos, para que solo sea uno, pues El Cholo ya tiene a tiro las 194 victorias (en 407 encuentros, téngase en cuenta) de Luis Aragonés con el Atlético. Algo más lejos quedan aún las 257 de Miguel Muñoz en el Real Madrid, aunque atendiendo al porcentaje el actual técnico rojiblanco no tiene comparación a día de hoy.REFERENTE EN EL GREMIOMás allá de sus incontestables números, Simeone también resiste la comparación con el para muchos mejor entrenador que se ha sentado en un banquillo, pues del mismo modo que Cruyff marcó un antes y un después en el Barcelona, El Cholo ha transformado al Atlético por completo, situando a la altura de los más grandes del continente a un equipo sin opciones de meterse en Europa que acababa de ser eliminado en la Copa por un Segunda B como el Albacete.Aunque los extremistas del juego bonito jamás lo reconocerían, lo cierto es que Simeone ha conseguido además demostrar en estos siete años y medio al frente del Atlético que su estilo es tan válido como cualquiera, defendiendo hasta la saciedad (y sin avergonzarse ante la dictadura de lo políticamente correcto) que en el fútbol lo prioritario es ganar, por encima de cualquier otra cuestión. La influencia de uno y otro en los que vienen detrás también es significativa. De hecho, si Cruyff marcó escuela con Guardiola, Van Gaal, Rijkaard y casi todos los que le han sucedido en el banquillo, hasta traspasar el modelo del Barcelona e influir en los Quique Setién o Paco Jémez de hoy en día, la nómina de adeptos de Simeone cada vez es mucho mayor. Sin ir más lejos, los Bordalás, Marcelino, Garitano o Abelardo pugnan por una plaza en Europa siguiendo el librillo del argentino, por no hablar de que Deschamps pasea una estrella que lo distingue como campeón del mundo tras convertir a Francia en una réplica del Atlético.Si el legado de Cruyff será eterno, Simeone ya ha conseguido convertirse también en patrimonio del fútbol.
