La verdad de un pueblo

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Noticias-kikiriki.- “El primero en llamar a mi papá después que Maduro terminó el discurso en la ONU, fue Ramos Allup: “¿Que te pareció, Alfredito?”, Así, con ese diminutivo llama él a mi padre, porque siempre se siente por encima de los demás. Y mi papá le comentó: “Menos mal que no eres tú el presidente de Venezuela, porque uno imagina las barbaridades que hubieses dicho allí”. Así le dijo mi padre, y después no seguí escuchando porque salí a morirme de la risa”.

Cinthya Machado Zuloaga es así. Bella, natural y espontánea. Sabe narrar y le encanta echar el cuento de lo que pasa en su familia con la gente de la oposición. Y sigue diciendo: “Así que yo también vengo a traerte la verdad de un pueblo, Roberto, como dijo tu presidente en la ONU, y la verdad es que en el pueblo de mi casa estamos de luto activo, porque se murió la oposición, lo que existe es recuerdo, puro recuerdo y más nada.

Lo último que pudimos ver fue la vuelta a la patria del Aula Magna de la UCV del Frente Amplio para hacer un llamado a una huelga general, que terminó con una discusión entre la música clásica de Wagner, y la música popular de Alí Primera. Eso es propio de derrotados. Allí se graduaron de mediocres todos”.

El mesonero llega apurado y dice: “Perdone la tardanza, pero es que todavía no me he recuperado de su belleza, y tuve un momento de decaimiento, pero aquí estoy señorita, para felicitarla por esa cara tan linda que la acompaña siempre”. Coloca el café sobre la mesa y se va de espaldas para adorar a Cinthya de frente.

Cinthya dice: “El hombre en la ONU recordó a Monroe, aquel de la doctrina que tanto nos explicaron en la escuela de Estudios Internacionales, y además, recordó aquella frase de Bolívar que nos aprendimos de memoria “los Estados Unidos parecen destinadas a tú sabes qué.

Dijo que estaba a la orden para hablar con Trump, a pesar de que él era chofer de autobús y Trump es un magnate. En fin, allí estuvo en la ONU, un hombre que denunció el bloqueo financiero y el acoso político y militar al que está sometido por Estados Unidos. Y menos mal que se le olvidó hablar de Almagro, o sea de la OEA, donde también están poniendo su parte para tumbarlo. En fin que allí estuvo un hombre que confía en la paz y la dignidad, pero olvídate, la gente nuestra lo que quiere es Doctrina Monroe, sin saber quién es, basta que lo diga Trump”.

Roberto Malaver

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