Donación de órganos disminuye drásticamente
(Noticias Kikiriki).- Cuando Nathalie Feliú sintió debilidad y comenzó a perder peso, ya presentía qué pasaba con su cuerpo. Dos meses antes, sus valores en los exámenes médicos estaban alterados, así que sabía que sus riñones estaban fallando. Su padre había fallecido de poliquistosis renal cuando ella tenía 12 años y casi toda su familia padecía la misma enfermedad hereditaria.
Teniendo 28 años, el médico le dijo que su función renal era de 18% y en un mes debía empezar con el tratamiento de diálisis, tiempo suficiente para que arreglara todos sus asuntos y fuera asignada a la lista de espera para un transplante. Desde ese momento en 2004 su vida cambió por completo.
El caso de Nathalie se asemeja al de otros 3.500 pacientes inscritos en el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos quienes esperan por un órgano o tejido.
De acuerdo con cifras de la Organización Nacional de Transplantes de España (ONT), que evalúa a todos los países del mundo, en 2013 Venezuela tuvo una tasa de donación de 3,7 por cada millón de habitante. Un número muy bajo en comparación con otros países latinoamericanos y que ha caído drásticamente desde enero.
En un informe del Ministerio de Salud se reseñó que hasta el 20 de julio de 2014 han habido 1,7 donantes por cada millón de habitantes. Ese número representa 200 intervenciones entre riñones, córneas e hígados, de acuerdo con la viceministra de Redes de Salud Colectiva del Ministerio del Poder Popular para la Salud, Pasqualina Curcio.
Todos los venezolanos son donantes
Según el artículo 27 de la Ley de Donación y Transplante de Órganos, Tejidos y Células en Seres Humanos todos los ciudadanos son donantes presuntos. Sin embargo, el coordinador de educación de la Organización Nacional de Transplantes de Venezuela señaló que no todas las personas que mueren pueden donar.
Los fallecidos deben cumplir con ciertos requisitos como ser mayores de edad, tener muerte cerebral según criterios neurológicos, estar conectados a un respirador para que los órganos sigan funcionando y no haber manifestado, en vida, la intención de no donar.
Solamente entre 1 y 2% de la población fallece por este tipo de muerte, anunció Altuve. Lo que hace que la espera para quienes necesitan un órgano sea mucho más larga y difícil.
Experiencia propia
Nathalie esperó durante tres años hasta que recibió la llamada que tanto ansiaba. Fue en julio de 2007 cuando le dijeron que habían conseguido un riñón para ella y que la diálisis que había cambiado su vida durante tanto tiempo por fin terminaría.
Había pasado cada día de este periodo conectada a una máquina por nueve horas. Gran cantidad de emociones la invadieron cuando escuchó la voz del otro lado del teléfono. Sintió miedo, pero regresó a su casa, buscó los exámenes y se dirigió al hospital.
En lista de espera
Solo un donante difunto puede salvar la vida de siete pacientes. Para la ONT, al finalizar el 2013, 1.227 personas esperaban por un riñón, mientras que 16 requerían un hígado.
La cantidad podría aumentar si se incluyeran a los pacientes que necesitan otros órganos y tejidos como pulmón, páncreas, corazón, intestino, piel y hueso, pero en Venezuela solo se transplanta riñón, hígado y córnea.
15.238 personas recibían diálisis al terminar 2013. De acuerdo con un informe de 2012 del Ministerio de Salud, 40% de quienes reciben este tratamiento podrían ser incluidos en la lista de espera, lo que haría que el número de personas con la esperanza de un donante ascendiera casi al doble.
3.500 ciudadanos aún esperan tener la misma suerte que Nathalie y sacar vida de la muerte. Esperan que el número de donaciones aumente para que ellos puedan cambiar sus vidas, dejar las limitaciones atrás y vivir tranquilamente.