Noticias-kikirikí.- La generación más exitosa del balompié femenino criollo tiene hoy el reto de torcerle el brazo a la historia y así alcanzar la segunda fase de la Copa América que se disputa en suelo chileno.
Si suma sigue en carrera por el sueño mundialista, si pierde le tocará hacer las maletas y esperar cuatro años más.
Las guerreras vienen de ser vapuleadas (4-0) por Brasil, el miércoles pasado. Sin embargo, en esta categoría una derrota ante las amazónicas está hasta en el presupuesto de la selección más optimista y es que la Canarinha suma seis títulos, se han disputado siete ediciones, y solo tres partidos (un empate y dos derrotas) de un historial de más de 35 partidos.
La criolla cumplieron con los rivales más “accesibles” como Ecuador (1-0) y Bolivia (8-0), para sumar seis unidades por primera vez en una Copa América. Pero el verdadero parámetro será Argentina, el único combinado que rompió con la dictadura de Brasil, en 2006, cuando alzó el trofeo como locales.
La tropa de José Catoya demostró su poder de fuego con una Deyna Castellanos inspirada, suma cinco dianas. A la aragüeña la acompañan Oriana Altuve, Ysaura Viso, Gabriela García y Paola Villamazar, en fin, pura dinamita. Pero el objetivo tiene que pasar por la solidez en el arco defendido por Lisbeth Castro, más aún si un cero en el arco asegura el pase por diferencia de goles.
La Albiceleste amenaza con su “Deyna”, como lo es Estefanía Banini, que juega en Washintong Spirit y que tuvo un paso por el Atlético de Madrid. A Banini la acompaña Soledad Jaime, que hace vida en Santos de Brasil. Ambas suman tres goles y son las piezas que pueden dejar a Venezuela con las manos vacías.
El pase a la segunda fase no solo significaría seguir en carrera por uno de los dos cupos a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y un boleto de los dos y medio que ofrece al Mundial de Francia 2019, sino que también amarrarían un cupo a los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
