Te enseñamos a hacer croissants caseros

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Noticias-Kikiriki.-  El croissant es una de las piezas de bollería más consumidas en el mundo. Su crujiente textura, su particular sabor entre dulce y salado y el potente aroma de la mantequilla han convertido al croissant en un bocado muy preciado en cualquier rincón del planeta.

Puede que pienses que es una pequeña locura embargarse en la tarea de preparar croissants caseros, pero el placer que produce sacar estos maravillosos bocados del horno hace que merezca la pena el trabajo que llevan. Solo se necesita tiempo, paciencia y un pelín de maña. Vamos, te explicamos cómo conseguirlo.

Ingredientes
Para 15 unidades
Harina de fuerza
500 g
Azúcar
75 g
Huevo
2
Mantequilla
250 g
Levadura prensada
25 g
Sal
5 g
Agua
75 ml
Leche entera
75 ml

Los croissants se hacen tomando de base una receta de masa hojaldrada con levadura. Por lo que combinaremos el hojaldre, ya saben una masa de harina y mantequilla, con una masa enriquecida con huevos y levadura principalmente.

Cómo hacer la masa de hojaldre con levadura
Tamizamos la harina y formamos dos volcanes, uno con la cuarta parte de la harina que mezclaremos con la levadura y el agua tibia, formando una bola que dejaremos fermentar en un bol con agua hasta que se forme una esponja.

En el volcán grande añadimos el resto de ingredientes excepto 200 gramos de mantequilla que serán para darle vueltas al hojaldre. Empezamos a mezclar estos ingredientes y añadimos la esponja. Amasamos bien la masa durante unos 10 minutos, debe resultar una masa elástica, ligeramente húmeda y se despegará de la mesa y de las manos.

Le hacemos dos cortes en cruz y la dejamos reposar unos 10 minutos. Pasamos a estirar en forma de estrella de cuatro puntas dejando el centro algo más grueso. Añadimos los 200 gr de mantequilla, que habremos trabajado ablandándola formando una lamina gruesa y después la volvemos a enfriar, aunque no del todo, solo ligeramente. Cerramos la masa como si se tratase de un sobre, primero las puntas que han quedado en posición vertical y luego las que han quedado en posición horizontal.

Con un buen rodillo aplastamos la masa y pasamos a estirar dejándolo tres veces más largo que ancho. Después plegamos la masa sobre si misma, primero una punta hacia algo más del centro y después la otra punta por encima un poco por encima de la primera y volvemos a estirar de la misma forma, realizando esto una o dos veces más.

Cómo hacer croissants caseros
Si hemos metido la masa en la nevera volveremos ha realizar el mismo proceso de doblado y amasado dos veces más. Y pasamos a estirar el plastón. Le daremos un tamaño de unos 40 cm de ancho por lo que dé de largo.

Se divide la masa, cortándola con una puntilla, en dos mitades. Y haremos triángulos de unos 8 cm de base. Si queremos hacer croissant pequeños cortaremos la masa longitudinalmente en 3 y le daremos un corte a los triángulos de unos 5 cm de base.

A la base del triángulo le damos un corte de unos 2 cm abriéndolo ligeramente. Pasamos a enrollarlos desde la base hacia la punta y al mismo tiempo lo ensancharemos ligeramente obteniendo unos cilindros de unos 10 a 12 cm de ancho (de los 8 iniciales).

Colocamos los cilindros en placas de horno. La punta debe quedar en la parte de abajo y le damos forma de cuernos apretándolos hacia la placa o bien los dejamos con forma parisina. Los humedecemos ligeramente dejándolos reposar hasta que doblen el tamaño.

Pintamos con huevo e introducimos en el horno a unos 225 ºC durante unos 10 a 15 minutos. Al sacarlos los podéis abrillantar con almíbar o espolvorear con azúcar glas.

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