Para un penalti, un compañero le abraza… ¡y se meten el gol en propia más ridículo!
El portero del equipo filial del Gaziantep BB detuvo un penalti importante durante el último partido de liga y uno de sus compañeros corrió a felicitarle con tal efusividad que provocó un inesperado, trágico y ridículo gol en propia que está dando la vuelta al mundo.
El abrazo del defensa a su guardameta fue tan desmedido que le hizo perder el equilibrio y el balón, que acabó traspasando la línea de gol para festejo del rival. ¡Más le hubiera valido despejar en vez de atraparla!