Noticias-Kikiriki.- Luis Aparicio no es un hombre de muchas palabras, sin embargo en su rostro se percibe que guarda cientos de historias.
Detrás de un escritorio en la oficina de su hijo Nelson, en el este de la capital larense, medita cada una de las respuestas como tratando de ubicar el preciso momento, hace treinta años atrás, época en que se convirtió en hasta ahora el único venezolano en ser exaltado al Salón de la Fama.
“Se dice fácil”, dijo refiriéndose a las tres décadas desde que fue elevado a Cooperstown. “Cuando me escogieron al Salón de la Fama yo ni sabía que era eso, recuerdo que iba en un carro de Valencia para Caracas con Carlitos González y Delio Amado León lo dijo por radio, de repente todos empezaron a mirarme, cuando llegué al lobby del hotel había gente por todos lados, se quedaron hasta la madrugada”, advirtió con ese desparpajo que caracteriza a los maracuchos.
Nelson cataloga a su padre como un personaje introvertido y modesto. “A él no le gusta hablar de si mismo, pero lo cierto es que cuando vamos a Chicago por ejemplo, la gente se vuelve loca, de todas las edades, yo creo que se ponen de acuerdo con el piloto del avión”.
Como a todo latino y por su carácter familiar, a Aparicio le costó adaptarse al big show en una época donde la presencia criolla era casi nula, sin embargo contó con un gran soporte. “Cuando llegué a las Grandes Ligas, tuve la suerte que Alfonso ‘Chico’ Carrasquel siempre andaba conmigo, él fue mi guía y no solo en la pelota sino en lo personal”, afirmó.
Como a todo latino y por su carácter familiar, a Aparicio le costó adaptarse al big show en una época donde la presencia criolla era casi nula, sin embargo contó con un gran soporte. “Cuando llegué a las Grandes Ligas, tuve la suerte que Alfonso ‘Chico’ Carrasquel siempre andaba conmigo, él fue mi guía y no solo en la pelota sino en lo personal”, afirmó.
Además de su premio al Novato del Año y los nueve Guantes de Oro, Aparicio rescata algo invaluable de su trayectoria. “He tenido la suerte de contar con una familia extraordinaria, eso es lo mejor que me ha dejado el beisbol”, aseveró.
Ante la infaltable pregunta de quien considera el mejor defensor de su posición en la actualidad, Aparicio aclara que no presta mucha atención a la pelota local y saca un comodín del pasado de su manojo de cartas.
Ante la infaltable pregunta de quien considera el mejor defensor de su posición en la actualidad, Aparicio aclara que no presta mucha atención a la pelota local y saca un comodín del pasado de su manojo de cartas.
“Es difícil porque hay muchos, pero para mí, el mejor campocorto venezolano ha sido David Concepción, le vi unas cualidades muy completas, podía hacerlo todo, yo le decía el escarabajo porque era muy flaco, no sé porque razón no está en el Salón de la Fama”.
A pesar de la hábil evasiva se permite cierta licencia con dos de sus más acérrimos admiradores, uno de ellos ya retirado. “Omar Vizquel es muy bueno y Miguel Cabrera es otra cosa”.
A pesar de la hábil evasiva se permite cierta licencia con dos de sus más acérrimos admiradores, uno de ellos ya retirado. “Omar Vizquel es muy bueno y Miguel Cabrera es otra cosa”.