Centro Pompidou presenta «Ritmos sin fin» del pintor Robert Delaunay
(Noticias-Kikiriki) .- La exposición «Robert Delaunay, Ritmos sin fin», que el Centro Pompidou dedica a partir de hoy al maestro de la «pintura pura», aspira a inscribir su obra en la historia del arte moderno más allá del marco pictórico, por su deseo de penetrar en el espacio urbano y en las artes aplicadas
Gran autor del orfismo y cofundador del modernismo, precursor de la abstracción, del arte óptico y cinético, Delaunay (1885-1941) dedicó una parte de los últimos años de su vida a proyectos monumentales relacionados con las artes aplicadas y la arquitectura.
«Nuestro deseo fue mostrar su interés por la vida, por lo que pasa a su alrededor», por salirse de la pintura de caballete y cubrir el espacio que le rodea con revestimientos murales, decorados, mosaicos o carteles, explicó a Efe la comisaria, Angela Lampe.
Por todo ello, Delaunay es hoy «percibido como muy contemporáneo», según Lampe.
Gracias a un conjunto de 80 cuadros, maquetas, fotografías, dibujos, libros y documentos varios, la exhibición explora esa parte de su obra «menos conocida y menos estudiada», que destaca por su modernidad y su carácter multidisciplinar, recalcó.
Muestra igualmente un imponente conjunto de obras de los años 1920, cuando Delaunay comenzó a ampliar su campo de acción al espacio cotidiano y a las artes aplicadas, tras haber pintado en 1906 un premonitorio «Paysage au disque», años antes de optar definitivamente por la abstracción.
Lampe insiste en que su interés por las artes aplicadas «no era una loca idea de Sonia», su mujer y también artista, sino un proyecto del que él hablaba ya desde el inicio de los años 1930.
Una parte de la exhibición se enfoca en sus creaciones para la Exposición Internacional de 1937 de París, en colaboración con el arquitecto Félix Aublet, constructor de los Palacios de los Ferrocarriles y del Aire.
La nueva muestra completa la gran retrospectiva que a partir del próximo jueves dedicará el MAM a Sonia Delaunay (1885-1979), en el ala izquierda del Palacio de Tokio, junto al Sena, y que encontró en los fondos del Pompidou su principal apoyo.