Rotativas en Venezuela paralizadas por falta de papel: el gobierno se agarró el papel
Rotativas en Venezuela paralizadas por falta de papel: el gobierno se agarró el papel
(Noticias Kikiriki).- Los principales periódicos del país se declaran en emergencia, por la falta de papel importado, y redujo su edición en más de 30% en un intento por alargar por dos semanas sus escasas provisiones.
Los anuncios similares han hecho varios diarios en el interior del país por la falta de insumos, un efecto colateral de las restricciones gubernamentales para importar la materia prima.
Dónde está más crítica la cosa es en los periódicos pequeños del interior, porque ellos no importan el papel directamente. Ellos lo compran a unos distribuidores de papel (…) que no están dentro de la prioridad (para la asignación de divisas)
Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, afirmó el mes pasado en un comunicado que el gobierno venezolano continúa apostando a «que cierren los periódicos, mediante la sutil medida de negarles las divisas para que así no puedan importar papel y otros insumos que no se producen en el país».
El atraso de varios meses en la venta de las divisas oficiales para importar papel periódico ha llevado a la mayoría de diarios del país a una compleja situación que podría originar el cierre de algunos de ellos.
Aunque las fallas en los suministros de papel periódico se vienen presentando desde el año pasado, la situación llegó a un punto crítico debido a que algunos de los suplidores locales ya no disponen del producto y los diarios solo cuentan con escasas reservas.
A consecuencia de la crisis del papel entre agosto pasado y enero de este año han cerrado unos diez diarios regionales, entre los que se incluyen «El Sol de Maturín», «Antorcha», «Caribe», «La Hora», «Versión Final», «Los Llanos», «Diario de Sucre», »El Guayanés», «El Expreso» y «Notidiario», según registro de la organización no gubernamental local Espacio Público que se dedica a la defensa de los derechos de los periodistas y de la libertad de expresión.
Las autoridades no han emitido hasta el momento comentarios sobre la crisis que enfrentan los diarios venezolanos.
Venezuela mantiene desde hace once años un control de cambio y las empresas están obligadas a solicitar un permiso de las autoridades para comprar divisas oficiales y hacer importaciones. Lo que ha mermado el flujo de venta de las divisas que administra el Estado, afectando el poder de compra de las importadoras de papel y otros insumos para las rotativas, como planchas de impresión y tinta.
El país viene enfrentando desde hace varios meses severos problemas de desabastecimiento de algunos alimentos y bienes básicos, y los dirigentes empresariales sostienen que las fallas de abastecimiento son consecuencia del atraso del gobierno en la venta de las divisas oficiales para importar materias primas e insumos, situación que está afectando la producción de algunos sectores.
Ipys: Diez periódicos dejaron de circular en Venezuela por falta de papel
Entre agosto de 2013 y agosto de 2014, son seis los medios impresos han dejado de circular definitivamente ante la imposibilidad de acceder a la compra de papel.
La situación se agravó en agosto de 2012, el gobierno nacional tomó la decisión de incluir estos productos en una lista de insumos no prioritarios para los procesos de importación, por lo que no gozan del otorgamiento de divisas a precio preferencial para su compra en el exterior.
Ante esta coyuntura que pone en riesgo el ejercicio periodístico, desde IPYS Venezuela exige a las autoridades ejecutivas, garantizar las condiciones necesarias para que los medios de comunicación puedan realizar sus trámites para la adquisición de papel sin mayores trabas e inconvenientes. Además, insistimos en exhortar a los representantes de los medios a preservar la estabilidad y los espacios informativos para sus trabajadores.
La Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la OEA, establece que las “presiones directas o indirectas dirigidas a silenciar la labor informativa de los comunicadores sociales son incompatibles con la libertad de expresión”.