Las tareas sucias las hacen otros en la actual etapa de agresiones imperialistas

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Las tareas sucias las hacen otros en la actual etapa de agresiones imperialistas

(Noticias Kikiriki).- Las consecuencias de las últimas guerras imperialistas, desde Vietnam hasta Irak, han dejado enormes cicatrices en la sociedad norteamericana, especialmente en los ex combatientes traumatizados por la experiencia y por la cantidad de víctimas mortales y heridos que andan en sillas de ruedas o viven en cama el resto de sus vidas o drogados, si es que no se suicidan.

Esa podría ser una de las razones para sustituir soldados por mercenarios y ejércitos privados, ayer en Libia y hoy en Siria y Ucrania. Lo hacen no por piedad a los seres humanos sustituidos, sino para ahorrar costos materiales y sociales, además de no enfrentar la resistencia juvenil de ir a la muerte en la edad reproductiva más importante.Pero los antecedentes vienen de más lejos.

La destrucción de Yugoslavia
Destruir en los años 90 por dentro la Federación Yugoslava que organizó el Mariscal Tito, tras su prodigiosa victoria guerrillera en la IIGM, fue un trabajo minucioso contra los serbios, ejecutado por bandas entrenadas, armadas y dirigidas por la CIA desde sus enclaves en las repúblicas del país de origen musulmán.
La OTAN terminó con saña insólita la tarea contra la población civil y las instalaciones gubernamentales, sociales y de comunicación, en su vorágine de destrucción masiva de una civilización contrastada con las penurias que comenzaba a sufrir el Estado de Bienestar en la Unión Europea, hoy trofeo del pasado.
Ya sabemos quién controla a la OTAN, cuyo ámbito ya no es el Atlántico Norte, sino toda Europa, África y parte de Asia.

¿Derechos humanos?
Los derechos humanos de la población civil serbia habían sido aplastados, pero todas las organizaciones internacionales “competentes” miraron a otro lado: los crímenes fueron atribuidos por la Unión Europea y EEUU a la parte agredida, y hasta se acusó al pueblo serbio de genocida.
Era en China, Rusia, Corea del Norte y Cuba donde se violaban esos derechos, según las agencias cómplices del Imperio. Igual habían hecho frente a las feroces dictaduras latinoamericanas impuestas por EEUU, décadas antes: silencio cómplice.

El falso discurso de la defensa de los derechos humanos en el mundo se iguala hoy al cuento de la guerra contra el terrorismo, pues Estados Unidos es hoy el país más terrorista de la Tierra y el que más viola los derechos humanos, como consecuencia de lo anterior. Ejemplos sobran.

Zamuro cuidando carne
En África se instauró desde entonces la costumbre de enviar contingentes armados de las potencias coloniales del pasado a “pacificar” (de acuerdo a los intereses económicos de las transnacionales que allí operan), por lo cual Francia, Holanda, Bélgica y hasta España son los garantes de la paz donde sus tropas deciden el curso de los acontecimientos. Zamuro cuidando carne.

De Libia a Siria
En la Libia destruida durante la última intervención imperialista se perfeccionó el uso de mercenarios contratados en el mundo árabe y europeo, de diferentes procedencias (que ahora se ponen de manifiesto en las actuales pugnas por el poder), parte de los cuales fueron trasladados a Siria a repetir sus hazañas destructivas y criminales.

Pero de ahí muchos no regresarán a nuevas aventuras criminales a cambio de dinero, porque Siria resultó una pieza más dura de sucumbir ante semejante arremetida de la barbarie mercenaria.

En Ucrania: neonazis
¿Y quiénes precipitaron el golpe de Estado en la plaza Maidán de Kiev, sino los mercenarios contratados por Estados Unidos para ese fin este mismo año?

Pero éstos, por ser europeos, han tenido desde hace mucho tiempo simpatías por el partido nazi de Hitler, que allí se llama Sector Derecho, y por los colaboracionistas que también hacían el trabajo sucio de los invasores alemanes en la IIGM, hace 70 años.
Su trabajo sucio en Maidán consistió en disparar desde parapetos ocultos contra manifestantes y policías para acentuar los odios y precipitar el golpe. Y así ocurrió.

Además, los ejércitos privados de los oligarcas más prominentes no obedecen a Poroshenko y hacen sus propias guerras particulares, al igual que la Guardia Nacional y las bandas neonazis del Sector Derecho, especialistas en asesinatos masivos en el Sureste de Ucrania.

Califato sanguinario
Ahora surgen de la nada, aparentemente, los apocalípticos jinetes del pasado en las llanuras del Éufrates y el Tigris y más acá, reclamando su antigua condición de Califato en un territorio que desde hace siglos habían perdido y hoy creen reconquistar cortando cabezas y exterminando no creyentes de su locura, que de musulmán no tiene absolutamente nada.

Pero no surgen de la nada, sino que fueron armados, entrenados y financiados por gobiernos reaccionarios del Golfo Pérsico para asaltar Irak y Siria, como parte de las tareas sucias asignadas por EEUU en la región donde han perdido influencia y quieren fraccionar en minipaíses bajo su completo dominio económico y político.

Como las guerras sucias han vuelto al escenario mundial, la de los extremistas del Califato busca un récord en atrocidades y genocidio, viendo cómo Israel en Gaza destroza a la población civil impunemente, ellos hacen lo mismo con los que no juran admitir su credo y, obviamente, se niegan a incorporarse a sus filas. Por eso carecen de apoyo popular alguno.

El famoso discurso de Obama
Creyéndose emperador del mundo, Barack Obama llamó a una “coalición mundial” contra sus alzados con el mandado, quienes aterrorizan a las minorías no sunníes de la región y amenazan con su objetivo sectario de crear un califato donde hoy existen dos países árabes sumidos en la guerra desatada por EEUU desde 2003 y 2010, respectivamente.

Pero su llamado cayó en el vacío, como era de esperarse, porque sus aliados dudan tal vez de su eficacia. De modo que Obama podría quedarse casi solo con los monstruos que su gobierno ha creado en el Cercano Oriente, mientras son otros los que ponen los muertos y desplazados, así como los que combaten a los nuevos Atilas en esa desgraciada región.

El trabajo sucio en Venezuela
La oposición fascista en nuestro país intenta regresar a la violencia y el aviso lo hace el Departamento de Estado cuando vuelve a entrometerse en los asuntos internos venezolanos, para animar sus mercenarios criollos.

Ya sabemos lo que pasó con sus guarimbas, repudiadas por los propios autosecuestrados en las urbanizaciones “ricas” (no todos sus habitantes lo son), cuyo saldo de 42 muertos, centenares de heridos, pérdidas materiales y miles de afectados siguen en los tribunales esperando justicia.

El mayor gobierno terrorista del mundo mantiene su agenda de violencia contra Venezuela, porque cree que es la vía para derrocar a un gobierno democrático y derrotar la integración latinoamericana que ese gobierno impulsa.

Hasta ahora se ha quedado con las ganas, tras apoyar a Carmona y su dictadura de 48 horas en 2002, inspirar el golpe petrolero subsiguiente y financiar todas las actividades de una oposición mercenaria que perdió la vergüenza de ser lo que es.
Minsk, septiembre de 2014.

 

Fuente: Américo Díaz Núñez

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