(Noticias-Kikiriki).- A propósito de las actividades que promueve la secretaría ejecutiva del Movimiento por la Paz y la Vida, este martes se llevó a cabo el tercer Taller de Formación en Materia de Cultura de Paz y Derechos Humanos en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), ubicada en Catia.
Desde el salón Che Guevara, el viceministro de Política Interior y Seguridad Jurídica del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, José Vicente Rangel Ávalos, indicó que esta actividad se desarrolló de manera simultánea en seis estados del país (Anzoátegui, Aragua, Lara, Zulia, Táchira y Caracas) y en la misma participaron discentes de la UNES y representantes de consejos comunales.
Explicó que el propósito de la actividad es que los asistentes se conviertan en multiplicadores del mensaje de paz y derechos humanos.
Rangel Ávalos aseguró que para lograr que Venezuela sea un territorio de paz, es necesario que toda la población adopte una actitud conciliadora y erradique la violencia en todas sus formas de manifestación.
Indicó que “tenemos que trabajar unidos en la medida en que nuestros cuerpos de seguridadavancen con las comunidades en lo que se refiere al rescate de la seguridad en Venezuela”.
Destacó que es imposible contar con un funcionario policial en cada hogar del país y es por ello que el núcleo familiar juega un papel importante en la lucha contra la violencia.
El viceministro enfatizó que se debe tener en cuenta que la actitud de los jóvenes se origina en el seno del hogar y que si estos no reciben la formación de valores y el buen ejemplo de sus padres, es muy probable que los hijos sigan el camino de la violencia o las drogas.
Asimismo, señaló que el poder popular a través de los concejos comunales tiene una gran responsabilidad en este aspecto, ya que tienen la capacidad de detectar y abordar las situaciones de violencia que se puedan generar en alguno de los hogares de la comunidad.
Explicó que el Presidente de la República, Nicolás Maduro le ha tendido una mano amiga a los jóvenes inmersos en el delito, con el objetivo de darles una oportunidad de reinsertarse en la sociedad y de poder llevar su vida normal como cualquier ciudadano.
