Arde en India fuego literario de Julio Cortázar
(Noticias-Kikiriki).- Una lectura dramatizada de dos cuentos de Julio Cortázar darán continuidad mañana al amplio programa que cumple la India en ocasión del centenario del excelso escritor argentino, informó este jueves el Instituto Cervantes en esta capital.
Las piezas en cuestión son “Reunión” y “La señorita Cora”, dos de los ocho que componen el libro “Todos los fuegos el fuego” (1966), considerado un clásico de la literatura castellana.
La actividad se efectuará en el centro de promoción cultural India Habitat Center y se repetirá el jueves 28 en la céntrica librería Oxford.
Patrocinada por el Instituto Cervantes y la embajada de Argentina en la India, la evocación tendrá su momento culminante el 26 de agosto -día del natalicio de Cortázar- con una mesa redonda en la que tres insignes profesoras universitarias indias disertarán sobre su cosecha literaria.
Seguidamente, la compañía teatral local Kaivalya Plays llevará a las tablas el guión radiofónico Adiós, Robinson, una imaginativa pieza en la que el autor de la universalísima Rayuela reflexiona sobre la globalización.
Al cierre se inaugurará una instalación con videos realizados por jóvenes artistas españoles, a partir de relatos breves de Cortázar contados en su voz.
Las actividades arrancaron el primer domingo de agosto con un ciclo de cine basado en varios de sus relatos más conocidos, y culminarán a fines de mes con la puesta en escena de la pieza Dos juegos de palabras, por alumnos del Cervantes y de las universidades de Delhi.
Cuando visitó la India en 1968, Cortázar vivió en la residencia de otro grande la literatura hispanoamericana que a la sazón era embajador de México aquí, Octavio Paz.
Un día, mientras celebraban en el patio de la legación el festival del Holi (durante el cual se lanza pinturas y polvos de colores), filmaron un video que se exhibirá durante la jornada. El material también puede verse en You Tube.
Entre sus obras a las que se prestará marcada atención por estas fechas figura Prosa del Observatorio, que con fotografías suyas reseña su visita al Jantar Mantar, un observatorio astronómico construido a inicios del siglo XVIII en la ciudad de Jaipur y proclamado Patrimonio de la Humanidad en julio del 2010.
Resumen de “La Señorita Cora” de Julio Cortazar
Pablo, un adolescente de 15 años, es internado en una clínica por padecer apendicitis. La madre quiso atenderlo personalmente y quedarse con él, pero no se lo permitieron. Así que, como es una madre sobre protectora, le explicó a una de las enfermeras que iban a atender a Pablo de cómo debía cuidarlo, pero se lo explicó de una manera por la cual la enfermera se sintió rebajada. Pablo estaba muy avergonzado por culpa de su madre y supone que la enfermera le va a tener bronca por culpa de las acusaciones de su madre.
A Pablo le pareció que la enfermera era simpática, joven y linda, podríamos decir que empezó a sentirse atraído por ella. Pablo siguió pensando que la enfermera lo trataba de forma indiferente y como a un chiquilín por culpa de su madre. El se portaba tímidamente con la enfermera ya que cada vez que lo miraba, le hablaba o le pedía algo, él se ponía colorado o le daban ganas de llorar. Pablo deseaba saber el nombre de la enfermera, que luego gracias a la enfermera de la mañana se enteró que era Cora.
Pablo pensaba que su madre era exagerada ya que no entendía que una operación de apéndice es una tontería a su edad, y él estaba seguro que iba a salir todo bien, aunque Cora lo notaba medio asustado. La enfermera Cora se burló de Pablo tratándolo como a un chiquilín y no le permitía llamarla por su nombre sino que debía llamarla señorita Cora, y esto a Pablo le dolía porque pensaba que todo era producto del problema que habían tenido su mamá y la enfermera.
La operación de apéndice de Pablo duró mucho tiempo y eso significó que hubo alguna complicación y Marcial, el anestesista y novio de Cora, descubre que hay algún problema con Pablo ya que le costó salir de la anestesia. Luego de salir de la anestesia, Pablo durmió la mayor parte del tiempo y empezó a sentir que la enfermera Cora ya no le tenía rencor ya que mientras él estaba en shock, cuidaba de que no se saque el vendaje, le pasaba un hielo por la boca y le ponía colonia en el pelo y la frente. Pero Pablo sigue deseando que la enfermera le pida perdón y lo deje llamarla solo Cora.
Cora ve a Pablo como un chiquilín y un tonto, y siente que no tiene buena suerte ya que prefiere estar con un adulto antes de estar con un chico como él considerando que Pablo se iba a quedar más tiempo de lo previsto internado, a pesar de que el se sentía mejor. Una noche cuando Cora va a tomarle la temperatura, ve que Pablo tenía fiebre muy alta y a raíz de esto lo operaron de nuevo. Luego de la operación, el Dr. Suárez, médico cirujano que operó a Pablo, le propuso a Cora ser relevada por otra enfermera, pero ella no quiso porque quería seguir cuidándolo. Pablo continuó desmejorado y cada tanto seguía vomitando. En una de estas ocasiones mientras Cora lo atiende le pide que la llame Cora (el deseo de Pablo) y que sean amigos, pero Pablo le responde “señorita Cora” de forma ofendida. Al rato, Pablo no le contesta más y, por lo que se da a entender en la historia, fallece.