Ucrania pronazi, un salto-atrás histórico trágico

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Ucrania pronazi, un salto-atrás histórico trágico

(Noticias Kikiriki).- Efectivamente, existió durante la II Guerra Mundial en Ucrania una fuerte y fanática facción pro-nazi que colaboró con los invasores alemanes haciendo el trabajo más sucio de la ocupación en materia represiva y de “limpieza étnica”. Quería superar a sus propios maestros con saña y extrema crueldad contra sus propios compatriotas.

Su líder, de apellido Bandera, volvió a las calles de Kiev durante las protestas contra el gobierno legítimo (pero corrupto) de Víctor Yanokóvich con las viejas consignas: “Gloria a Ucrania” (entonces invadida por la raza superior en la que no entraban los ucranianos seguidores de Hitler, por supuesto, pero éstos intentarían colarse como sirvientes de los alemanes) y “Ucrania para los ucranianos”, que antes y ahora no cuadra con la realidad, pues no son ellos los que mandan en su país, como tampoco mandaban con el Führer dando las órdenes desde Alemania. Ahora las órdenes vienen de Washington.

El retorno de un fantasma

Hoy, Bandera es héroe nacional de los golpistas y guía espiritual de las bandas de asesinos que queman vivos a ucranianos de origen ruso en Odessa y fusilan a familias enteras en las zonas de guerra civil en el sureste ucraniano.

Uno de los primeros anuncios de los golpistas fue prohibir el idioma ruso (usado por millones de ucranianos de todas las edades y no sólo de origen ruso), lo cual, de por sí, es un absurdo que ofende y pone en alerta a una parte de la población rusohablante de Ucrania.

No se trata del pueblo
Es necesario aclarar que no se trata de un país que involuciona, sino de los grupos que tomaron el poder este año y que intentan imponer dicha ideología a todo el país por la fuerza y a través de leyes draconianas, surgidas de un parlamento que acaba de ilegalizar al Partido Comunista de Ucrania.

El corte autoritario del gobierno golpista está a la vista desde el mismo momento en que asaltaron el poder y hasta sentaron en la silla presidencial al Vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, un gesto más que simbólico, de una obsecuencia sumisa.

Rechazo al fascismo

El terror impuesto por el Sector Derecho, una banda pagada por EEUU de asesinos a sueldo, mantiene en alerta de lucha a una parte de la población que rechaza semejante retorno del fascismo, esta vez sin un asomo de vergüenza de la Unión Europea, mucho menos del nuevo amo, Estados Unidos, gobierno que no tiene fronteras éticas ni morales, como estamos viendo en sus actuaciones encubiertas en Venezuela también.

Ya perdieron Crimea

Eso, en buena parte, dio origen a la ruptura de Crimea con el resto del país y su solicitud de anexión a Rusia por decisión del 98% de su población consultada en referendo.

Resulta razonable tal decisión ante el anuncio del retorno de semejante inquisición.

Sus ciudadanos sabían lo que les esperaba si no toman la decisión de regresar a Rusia, como originalmente había sido Crimea desde el siglo XVIII, hasta que Nikita Jrushov se la regaló a Ucrania, porque él era ucraniano y con eso se lució.

La diáspora otra vez

El desprendimiento de otras regiones por las mismas razones dio origen al surgimiento de repúblicas autónomas y al anuncio de guerra contra ellas por parte de los golpistas de Kiev.
La crueldad de esta confrontación ha empujado a grandes masas de la población nativa a huir a la frontera cercana de Rusia para salvar sus vidas.

Semejante tragedia tiene poco que envidiarle a la Franja de Gaza a manos de Israel, pues la cacería es la misma. La orden que dio Poroschenko a las tropas fue de “exterminio de los terroristas”, refiriéndose a quienes justamente se defienden del terrorismo de Kiev.

El derribo del avión malayo

Pero ocurrió un hecho insólito que pone de manifiesto otro perfil de la situación en Ucrania: la carencia de unidad en el tormentoso gobierno títere que preside, de la boca hacia fuera, Piotr Poroshenko, un oligarca antirruso y proyanqui llamado “El Rey del Chocolate”, surgido de unas elecciones muy extrañas, por decir lo menos, no automatizadas, pero como si lo fueran por la rapidez de los resultados.

Fidel Castro volvió a escribir sus reflexiones y acusa al gobierno antirruso y proyanqui de Kiev de autor de la insólita provocación.

Contradicciones

Veamos cuántas versiones dieron funcionarios y voceros de ese gobierno sobre la catástrofe del avión malayo derribado sobre territorio de Ucrania y caído en la zona de Donestk.

La primera versión la dieron controladores aéreos del Aeropuerto de Kiev: dos aviones cazas ucranianos escoltaron al avión comercial de Malasia cuando entró en territorio ucraniano, hasta el lugar del siniestro.

Según esta versión, los cazas tumbaron el avión malayo disparando a su cola, lo cual permitió a éste planear hasta tierra antes de estrellarse en terreno irregular.

Como era de esperarse, la Torre de Control del Aeropuerto fue tomada militarmente y los controladores silenciados.

Los rebeldes y sus armas

Otra versión suplantó la anterior: desde tierra una batería antiaérea en manos de los rebeldes derribó al avión malayo, que volaba a 10 mil metros de altura.

Pero los rebeldes negaron la versión porque carecen de esas armas y, si las tuviesen, nada ganaban derribando a un avión comercial, lo cual no carece de lógica.

En realidad, se atribuye a éstos el derribo de dos aviones militares ucranianos en el pasado reciente, pero que no volaban a semejante altura de 10 kilómetros, y hay, además, una enorme diferencia entre pequeños aviones militares de ataque y un inmenso avión comercial Boeing 777, como para confundirlo con cazas militares, más de 10 veces más pequeños.

La versión del ex Primer Ministro

La semana pasada renunció el ultraderechista Primer Ministro golpista, Arseni Yatseniuk, por el despelote en la coalición gobernante, pero antes de hacerlo se botó con su versión de la tragedia aérea comentada: resulta que los rebeldes tienen su propia fuerza aérea y desde el aire derribaron el avión malayo, una versión que recuerda lo dicho por los controladores del Aeropuerto de Kiev, con un pequeño cambio: los aviones eran de los rebeldes que se permitieron escoltar un vuelo comercial, como si ese fuera su trabajo de rutina.
Ocultar la verdad les ha dado mucho trabajo a los golpistas, ahora autores de otro crimen de lesa humanidad.

Contradice a la CIA

Por supuesto, este pobre inventor de cuentos entró en contradicción con la versión que ahora es dominante, sobre todo por su origen imperial: la CIA perdona el error de los rebeldes de derribar el avión desde tierra con un misil también ruso, pero de otro modelo, mas no perdona a Rusia por haberlos dotado de dicha arma, que no debe ser tan ligera como para que una guerrilla rural, que es perseguida por el Ejército ucraniano, la cargue remolcada a la cola de un caballo, de un lado para otro, como si fuera un trineo de juguete.
Si no se tratara de una tragedia humanitaria, estas cosas darían ganas de reír.

Fuente: Américo Díaz Núñez

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