La caja, de Lorenzo Vigas, es la película que representará a Venezuela en la carrera al Oscar. La cinta del director y guionista nacido en Mérida, primer latinoamericano en ganar el León de Oro de Venecia con Desde allá, intentará hacerse con una nominación en la categoría Mejor Película Internacional de los Premios de la Academia. Una postulación que, en un país dividido como Venezuela, también ha generado fisuras y críticas dentro de la comunidad cinematográfica nacional que cuestiona, algunos sectores, su selección.
La noticia se conoció el 17 de septiembre, cuando la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (ANAC), entre gremial que convoca a representantes de distintos gremios de la comunidad cinematográfica venezolana, anunció, a través de un comunicado, la elección de La caja como representante de Venezuela al Oscar. Tras el anuncio, las críticas no tardaron en aparecer. El gremio cinematográfico nacional está dividido en dos grupos: los que apoyan y respaldan la candidatura de La caja, una obra personal escrita y dirigida por un venezolano que ha desarrollado una sólida carrera internacional, y los que consideran que la película es ajena a la realidad del país por la temática que aborda y el entorno en el que se desarrolla.
La caja es una coproducción entre Venezuela, México y Estados Unidos que cuenta entre sus productores –además de ocho venezolanos, su propio realizador entre ellos– con Michel Franco, cineasta y guionista mexicano reconocido por Después de Lucía, Las hijas de abril y Nuevo orden. La cinta, el final de una trilogía muy personal sobre las consecuencias de la orfandad en Latinoamérica que inició con Los elefantes nunca olvidan (2004) y siguió con Desde allá (2015), cuenta la historia de Hatzín, un adolescente que viaja al norte de México para buscar la osamenta de su padre, que ha sido encontrada en una fosa común; sin embargo, de regreso se topa con un hombre que se parece a su progenitor y decide dejar todo para seguirlo