La mala inversión, administración o incluso tener una vida desordenada y adictiva llevaron a muchos deportistas, quienes tocaron la gloria, hacia la ruina. Todavía, ese no es el caso específico de Marcos Evangelista de Morães, o más conocido como Cafú, pero las deudas millonarias ya están dirigiendo su vida cuesta abajo.
Ser campeón del mundo, reconocido y amado por muchos no te garantiza nada en tu vida. Ganar dinero con una larga lista de ceros a la derecha tampoco. Por ello, Cafú siendo uno de los futbolistas más galardonados de la historia, no está exento de estos líos financieros.
Conquistó dos copas del mundo y dos Copas América con el ‘Scratch’. Se consagró en su paso por el Milan, tras ganar la Champions League, y también se coronó dos veces con el Sao Paulo en la Copa Libertadores. Y eso solo es lo más destacado de sus logros. Es decir, la vida fue justa con el talento que siempre expuso Cafú en el terreno de juego, con tantos títulos ganados. Pero no se puede decir lo mismo si vemos la situación que padece hoy a sus 49 años.
El exlateral brasileño afronta una enorme deuda que redondea casi los 6 millones de dólares, debido a malos movimientos realizados con la empresa que fundó en 2004 junto a su esposa. Se trata de Capi-Penta International Player, agencia creada con el fin de representar y administrar la carrera de deportistas. Sin embargo, las erróneas inversiones de la compañía le han endeudado con préstamos que rondan desde los 300 mil dólares hasta los 1,5 millones.
Esto ha ocasionado, además, que el Tribunal de Justicia de Sao Paulo le incaute cinco propiedades a Cafú. Asimismo, el fisco brasileño ha bloqueado otros 15 inmuebles hasta que la deuda esté saldada. Por ello, el exfutbolista tendrá que resolver el litigio cuanto antes para que sus demás propiedades no se vean afectadas.
«Es un problema particular mío. Puedo dar mis propiedades, mi coche, mi casa… Puedo dar todo para pagar las deudas«, dijo el ex futbolista al periódico Folha de São Paulo.
En total, el brasileño cuenta con 32 inmuebles, todos adquiridos en su etapa como futbolista. De ello, tendrá que sacar provecho para saldar la deuda y continuar con su vida-que sigue ligada al balompié- de una forma menos preocupada, sin la tensión de esos casi 6 millones encima.