La banda está lista y sedienta de demostrar que aún es temible. Al mando del recuperado Alexis Sánchez y del aguerrido Arturo Vidal, Chile inició este lunes la defensa del título de la Copa América ante un Japón rejuvenecido con la promesa del Real Madrid, Takefusa Kubo. Los jóvenes asiáticos le plantearon en el comienzo una tenaz resistencia al bicampeón de América, pero cuando a los 41 minutos Erick Pulgar consiguió hacer la diferencia con un cabezazo y poner el primer tanto, ya no hubo vuelta atrás. En el segundo tiempo, de entrada, Eduardo Vargas anotó el segundo, que terminó de encarrilar el triunfo. Luego, Alexis Sánchez y el propio Vargas aumentaron para la goleada final por 4-0, que pareció un exagerado castigo para un Japón de buen pie pero falto de precisión para definir
Lo que no pudo por abajo lo logró por arriba. Una pelota parada fue suficiente para sacar diferencia. De todos modos, le costó a Chile. Si bien tuvo la pelota durante gran parte de la primera mitad e intentó llegar por las bandas con Fuenzalida (por la derecha) y Alexis Sánchez (por la izquierda), no tuvo precisión para penetrar a la defensa japonesa. Y cuando dispuso de una buena chance para concretar, el jugador del Manchester sacó un remate que se fue cerca del palo derecho del arco defendido por Osako.
Por su parte, Japón esperó agazapado e intentó aprovechar algún error de su rival para exprimir la velocidad de sus atacantes Y fue tras el gol de Chile que casi llega el empate. Luego de una mala salida del conjunto trasandino, Ueda se escapó y quedó mano a mano con Gabriel Arias pero el arquero de Racing le achicó bien y lo llevó contra el vértice derecho del área. El japonés se quedó sin un buen ángulo y definió desviado. También contó con un tiro libre de Kubo (al que llamaron el «Messi japonés) que se fue por arriba.