Noticias-Kikiriki.- Los buenos equipos siempre se arman desde el fondo de la cancha. Este axioma inextinguible del fútbol ha sido cuesta arriba de aplicar en la Vinotinto por las dificultades que han tenido los entrenadores para conseguir jugadores que cumplan a cabalidad con su posición.
Para el nuevo ciclo deportivo que apunta sus cañones a la Copa América y la eliminatoria al Mundial de Catar que se reinicia el viernes con el duelo ante Argentina de Messi en Madrid, Venezuela presenta la habitual debilidad en la zona de máximo peligro. Con la excepción del arquero Wuilker Faríñez, quien mantiene la tradición de guardametas salvadores, sus escuderos en el fondo de la cancha son un enigma que Rafael Dudamel debe resolver en los cinco amistosos que tiene por delante.
En el lateral derecho, tras probar a Alexander González y Ronald Hernández, la posición parece ser de nuevo de Roberto Rosales. El lateral del Espanyol asegura más defensa, pero sus aportes en ataque son reducidos. Sus proyecciones pocas veces culminan en desbordes hasta el fondo para tirar el pase atrás o en centros precisos para el remate de cabeza de los delanteros.
Los centrales también son una incógnita. De los tres convocados para la posición, solo Yordan Osorio figura en una liga de pergaminos en Europa con el Vitoria Guimaraes de Portugal. El enfrentamiento ante Argentina servirá para medir el rendimiento de Jhon Chancellor, Nahuel Ferraresi y Mikel Villanueva ante delanteros de jerarquía mundial, como Messi.
El lateral izquierdo es el puesto más discutido de todos. Luis Mago ni siquiera juega esa posición en Palestino, donde lo vienen empleando como defensa central. Villanueva pudiera ser empleado en esa banda, su ubicación habitual en el Terragona.
El choque ante Argentina puede dar claridad sobre las luces y sombras en la zaga Vinotinto.