Noticias-kikiriki.- Karina apenas se estaba acostumbrando a la desgracia que dejó el fallecimiento de su hermana. Ahora tiene que afrontar otro duro golpe en el corazón y que la cantante se divorcia, así que le tocará dejar en olvido el pacto judío que hizo con el empresario Marcello Azevedo.
El matrimonio feliz solo duró dos décadas. La artista quien posicionó el tema de “Zapatos de tacón altos” organizó en aquella época un rito judío; llegó vestida de túnicas blancas para rendir honor a la cultura oriental.
La boda de Karina
Escogió a Estados Unidos como el lugar donde juraría el amor eterno, allí dejó perplejos a los invitados con una melodiosa vos; cantó en hebrero.
Venevisión transmitió la boda en vivo y directo, los dueños de esa empresa por ninguna razón perderían la oportunidad de este acontecimiento, grabaron hasta los pasapalos.
Todo eso ya es un recuerdo fugaz para esta compositora. Ella considera que la vida le ofreció una faena de pruebas casi insuperables.
Hace poco le dio cristiana sepultura a su progenitora. Esa noticia le ocasionó un desequilibrio emocional.
Cambios en su vida
Sumergida en el luto, se enteró que el fruto de su vientre deseaba cambiarse de sexo; la cantante aceptó la inclinación de su hija, aun así encaró las “fuertes críticas” de sus seguidores.
Hasta el momento, su ex esposo no ha enfrentado a los paparazzis para dar detalles de esa ruptura.En una entrevista argumentó que los últimos tres años han sido “fatales”, pero quiere apropiarse del dicho: El tiempo lo cura todo.