Noticias-kikiriki.- Los colombianos que eligieron a Iván Duque como presidente, reeligieron al narcotráfico, la corrupción y los falsos positivos al igual que al hambre, miseria, pobreza, ignorancia, enfermedad que generó el fascismo que el nuevo mandatario representa como testaferro de Uribe, quien odia la paz como Juan Manuel Santos, el Premio Nobel de la Paz que se despojó de su máscara de pacifista al incorporar a su país a la belicista Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Como resultado de ese obsoleto proceso comicial como todos los celebrados en Colombia, el país corre el riesgo de retroceder a la era de violencia, destrucción y muerte en la que ha vivido inmersa desde la muerte del Libertador, propiciada por la codicia y ambición de la oligarquía y políticos corruptos que han explotado sus riquezas, mientras el pueblo muere de hambre y victima de la represión a su justa protesta.
Esa desigualdad social y las guerras intestinas en las que los ricos ponían las balas y el pueblo los muertos, aunada al asesinato de Gaítán, el hombre hecho pueblo, llamado a liberarlo, cuya muerte originó el «Bogotazo» y el éxodo urbano y campesino a las montañas, donde «Tiro Fijo» organizó la resistencia popular que dio origen a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo ( FARC-EP y a una guerra civil de más de medio siglo que dejó mas de 220 mil muertos.
Las negociaciones de Paz realizadas en La Habana por iniciativa de Chávez, y la participación del en ese entonces canciller Maduro, culminaron con el acuerdo de Paz, esperanza que se ha empañado por la decisión de Santos de incorporar a Colombia a la OTAN, la victoria electoral de Duque y la intención de «Hacerlo trizas», manifestada por un vocero del Centro Democrático, el partido del fascismo colombiano.
Al siniestro plan de Uribe y Duque se opone la verdadera mayoría del pueblo, ya que no importa por quien hayan votado, ya que miles de ellos vieron morir a un padre, a un hijo, a un hermano, a un amigo, o un desconocido en esa horrible guerra que pretenden continuar Uribe y Duque, su testaferro y porque que aman la paz y odian la guerra.
Y Petro, el líder revolucionario y candidato que acabó con la hegemonía electoral de la canalla fascista, está con ellos, para impedir que arrojen otra vez a la patria Colombia a los abismos de la muerte.
Por: Hernán Mena Cifuentes