«El Plantón» causó terror en Carabobo
El tráfico fue paralizado con barricadas y quema de cauchos desde la mañana en varias zonas; entre ellas: La Isabelica, avenida Bolívar (a la altura de El Tijerazo), La Michelena, Santa Rosa, Prebo, El Trigal y los distribuidores ubicados en la Autopista del Este desde Las Chimeneas hasta Mañongo. San Blas fue resguardado por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Una vez más la mencionada autopista fue blanco de destrucción por parte de los caratapadas, quienes desprendieron árboles, barreras metálicas, avisos de señalización de tránsito y postes de iluminación para utilizarlos como muros de obstrucción al paso vehicular.
Antes del mediodía inició una reunión en la orilla del río Cabriales, a unos 100 metros del Distribuidor El Trigal, ahí los capuchas preparaban bombas molotov, recibían hidratación, alimentación y cohetes, además tomaban lineamientos de cómo emprender “la lucha” una vez que finalizara el tiempo programado de “El plantón”. Quien dirigía la tertulia también ocultaba su rostro con una máscara.
La cantidad de cohetes suministrados a los capuchas fue exorbitante. La logística puesta en marcha para la acción de ellos permitía el traslado de agua, comida y frutas desde una zona cercana al distribuidor hasta el extremo del Club Chino. Ahí, motorizados llegaban con la carga para los revoltosos.
En ningún momento los encapuchados permitieron las fotografías, las personas que llegaban a posar con ellos al fondo para el “selfie” de la protesta, de inmediato recibían sus rechazos: “No, cero fotos, guarden sus celulares, las fotografías se las toman en el puente (distribuidor)”.
Entre los caratapadas se podían diferenciar varios grupos que al pasar de las horas lograron unirse; los más organizados o dirigidos cambiaron de vestimenta en varias oportunidades, éstos portaban bolsos contentivos de las mencionadas bombas de fabricación casera, además de guayas.
Los demás se mostraban inexpertos, siempre usaron la misma ropa, veían con asombro la planificación de sus nuevos “compinches”. Cuando lograron llegar hasta ellos, éstos les ordenaron que debían ubicarse en un segundo plano ante cualquier enfrentamiento con uniformados.
Otro mundo se percibía debajo del distribuidor, era un ambiente de camping, picnic y de playa, donde los manifestantes armaron sus equipos para juegos de cartas, ludo, fútbol, voleibol, frisbee y dominó, éste último acompañado de una “Cuba Libre” y la música de Silvio Rodríguez.
Las diferencias entre quienes protestaban de esta manera se hicieron sentir; un grupo reclamó a los revoltosos por los daños que causaban a las infraestructuras del estado para armar barricadas, mientras que una dama a fuerte voz interrumpió el partido de voleibol para reclamar a quienes jugaban que, de esa manera, nunca saldrían del Gobierno que preside Nicolás Maduro.
Solo pitas e improperios recibió la mujer que mostró su rechazo a la forma de protesta implementada por personas que se identifican con la oposición o quienes están en desacuerdo con este Gobierno.
Varios dirigentes de partidos políticos adscritos a la MUD e independientes se pasearon por el lugar, entre ellos Rubén Limas, de Acción Democrática y Carlos Lozano de Camina, quienes por un rato saludaron a los presentes.
El terror de El Plantón
Ataque a la 41 Brigada Blindada del Ejército, en Naguanagua; saqueos, seis funcionarios heridos y destrozos a bienes públicos del Estado fue el saldo que arrojó ayer el llamado de protesta por parte de la oposición denominado “El plantón”.
De acuerdo con el comandante de la Zodi Carabobo, G/D Santiago León Sandoval Bastardo, tres Policarabobo, un policía nacional y dos guardias resultaron heridos con objetos contundentes durante las manifestaciones.
Los protestantes “agredieron con bombas molotov las instalaciones de la Brigada Blindada que es una zona de seguridad en Naguanagua. Ahí arremetieron contra la estación de servicio Paramacay, quemaron una de las garitas con cinco molotov aproximadamente y atacaron con cualquier cantidad de piedras”, dijo el General.
Sandoval Bastardo señaló que según la información que le aportó el Comandante de la Brigada, los manifestantes que atacaron la instalación militar, aparentemente estaban bajo efectos de drogas y alcohol.
Para el jefe militar la parte “pacífica” de las manifestaciones por parte de la oposición es “un maquillaje” que siempre dura hasta después del mediodía; luego, al caer la tarde -dijo- se activan los violentos para causar destrozos y atentar contra la integridad física de efectivos castrenses y policiales, además de civiles.
Más allá de una protesta, expresó Sandoval Bastardo, son acciones vandálicas que asumen grupos extremistas en busca de soluciones “irracionales” a los conflictos del país.
También indicó que este tipo de situaciones se registraron en La Isabelica, Plaza de Toros, Tazajal, San Diego y la avenida Las Ferias, donde presuntamente hubo saqueos. “Estamos por confirmar el saqueo a un comercio y una carnicería”, agregó.
Rechazo a la violencia
En los diversos puntos de trancas en la región, carabobeños rechazaron la forma adoptada por la oposición para ejercer presión en busca de una salida del Gobierno.
Manifestaron que la “lucha” de un sector no puede estar por encima de las libertades y los derechos de los venezolanos a la paz y al libre tránsito.
Ante sus reclamos expresaron estar de acuerdo, pero con las protestas de carácter cívico, pacífico y democrático que puedan darse en una negociación donde se respeten y se cumplan los acuerdos entre representantes del Gobierno y la oposición.
Campaña de terror contra los medios de comunicación
Desde las cercanías de otro punto tomado por protestantes de la oposición, diversos reporteros gráficos y periodistas manifestaron su negativa de acercarse a la manifestación de El Trigal por temor a ser agredidos física y verbalmente debido a la campaña contra los medios nacionales que ha asumido un sector radical opositor.
Durante “El plantón” en Carabobo se observó cómo manifestantes levantaban carteles desacreditando a diversos medios de comunicación, supuestamente por ser serviles al Gobierno.
“Aquí no los queremos, son unos vendidos, no transmiten ni difunden la verdad, cambiaron su profesión por un bozal de arepa”, entre otras expresiones se escuchaban en boca de los protestantes.
Para poder realizar el trabajo periodístico, los comunicadores deben actuar con mucha cautela, de ser identificados como tal, correrían el riesgo de ser despojados de sus equipos de trabajo y hasta agredidos por radicales.
A través de las redes sociales y mensajes de cadenas, también se han difundido imágenes contra los medios nacionales y regionales con el fin de desprestigiarlos para que no sean vistos ni leídos por los venezolanos.
“Si no ves a mi Venezuela y no transmites lo que se está viviendo en vivo, pues tampoco me da la gana de verte. Para que sientan como nos duele saber que no transmiten, págales con la misma moneda, no veas estos canales comunistas”, rezan algunos de los mensajes en contra de Televen, Venevisión y Globovisión y otros medios.