Noticias-Kikiriki.- Barcelona y la Roma se medían y en pleno partido Lionel Messi demostró porque es el mejor jugador del mundo pero también enseñó su peor faceta.
Tras una magnífica primera parte del conjunto de Luis Enrique, Messi se salió de sus casillas durante el tramo final y llegó a enviar un cabezazo al defensa romano Yanga-Mbiwa.
Tras un superficial forcejeo frente a frente, el culé lo agarró por el cuello.
La jugada terminó en tarjeta amarilla para ambos jugadores.
En imágenes previas al encontronazo, se puede apreciar como el central de la Roma empuja a Messi sin tener el balón en sus pies, actitud que provocó la reacción del argentino.