Economía de Grecia a punto de caer en default financiero
(Noticias Kikiriki).-El fracaso de las negociaciones entre la economía más golpeada de la Unión europea y la denominada “troika” la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, dejó a Grecia al borde del abismo económico, puesto que el martes vence un nuevo pago de su deuda por €1.600 millones.
Grecia está a punto de caer en default, por lo que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, dijo que los bancos e instituciones financieras del país permanecerán cerrados y se impondrá un control de capitales.
¿Que significa default?
Significa que entrará en cesación de pagos. Esto es que no paga más sus obligaciones financieras. No paga sus deudas.
Un país quebrado puede tomar dos caminos para hacer frente a la situación: Un camino que afecta a sus acreedores y el otro camino que afecta a su población. Vemos que en el caso de Grecia se ha optado por el segundo camino.
Cuando quiebra un país, sucede lo mismo que cuando se quiebra una familia o una empresa. El dinero se agota y hay que definir prioridades. ¿O se come o se pagan las deudas?
Cuando la decisión es comer y no pagar las deudas, se dice que el país ha entrado en default o cesación de pagos. No pagará las deudas a sus acreedores y estos llevarán la peor parte.
Cuando la decisión es no comer y pagar las deudas es cuando vienen los recortes a los beneficios sociales. Los trabajadores son despedidos. Entre los trabajadores despedidos están docentes, médicos, etc.; de modo que esto tiene un efecto directo en el bienestar de la población.
los trabajadores que no son despedidos se les baja el sueldo. Se bajan las pensiones. Recortes y más recortes para cumplir con los bancos.
Cuando la decisión es pagar y no comer, los impuestos suben. No se invierte más en hospitales, escuelas, carreteras, ni en subsidios para sectores desprotegidos de la población. Todo es para pagar deudas.
Incluso se vende todo. Hay países que han vendido las carreteras, los acueductos, las fuentes de agua, los edificios históricos, los hospitales, las universidades, incluso hasta los bosques y reservas naturales, y los banqueros, por supuesto que presionan hasta llegar a este punto, ya que el objetivo neoliberal es la privatización absoluta de todo.
La decisión de pagar o comer la toman los políticos, y por lo general éstos, al ser financiados por el sector acreedor, se imponen; de modo que siempre se opta por pagar antes que comer. Sólo se conocen tres excepciones: Argentina, Rusia y recientemente Islandia, países que tomaron en su momento la decisión de no pagar, y como podemos ver, nada malo pasó, excepto, claro, las pérdidas que sufrieron los banqueros.