Salvan extremidades con cirugía novedosa
(Noticias Kikiriki).-Cuando a una persona le diagnosticaban osteosarcoma (un tipo de cáncer “muy agresivo” en los huesos) años atrás, tenía dos opciones: morir o perder una extremidad.
Aun cuando la amputación era practicada, algunos tumores invadían otras partes del cuerpo, sobre todo en zonas con mayor concentración de oxígeno y flujo sanguíneo, como el pulmón y el cerebro. El paciente, luego de esto, hacía metástasis (propagación del foco canceroso) y fallecía.
Desde hace unas tres décadas cambió todo el tratamiento y enfoque hacia esta patología. Los científicos concluyeron que cuando el tumor era atacado con quimioterapia, antes de la operación, se detenía su evolución. Gracias a esta técnica actualmente prevalece en el mundo la realización de cirugías preservadoras, y Venezuela no se queda atrás.
Bajo cero
Luego pasa a un proceso de enfriamiento con nitrógeno líquido, hasta alcanzar 90 grados centígrados bajo cero. El hueso afectado pasa por 15 minutos de enfriamiento, 20 de congelación y 15 en reposo hasta obtener la temperatura ambiente. Terminado el ciclo, se coloca en el paciente.
En el país, hasta ahora, se han realizado solo tres cirugías de este tipo, todas en el Hospital Universitario Ángel Larralde (Hual) de Naguanagua, en Carabobo, centro asistencial perteneciente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Venezuela es el cuarto país que realiza este procedimiento, después de Colombia, Argentina y Brasil, nación que desarrolló esta técnica.
“El riesgo de que salga el tumor nuevamente siempre está latente, aunque se disminuye proporcionalmente con el tratamiento de quimioterapia”, explicó Gabriel Benítez, traumatólogo y ortopedista, quien además detalló que la operación dura de cuatro a cinco horas y participan entre 18 y 20 médicos.
Benítez, quien además es especialista en oncología ortopédica, relató que después de reincorporar el hueso el organismo lo interpreta como un “cuerpo extraño” hasta que lo asimila. Aclaró que “la congelación está sujeta a que el tumor sea intrarticular”.
Recuperación
Benítez refirió que después de concretada esta fase se completa paulatinamente la transmisión espontánea de todos los nutrientes (sangre y médula) durante unos 20 años. Destacó que el hueso tratado no incrementa su tamaño, pero el organismo busca la manera de compensar con el crecimiento de los otros.
“Queremos que vean lo que acá estamos haciendo y se entienda que necesitamos el apoyo para seguir creciendo. A pesar de las limitaciones hacemos el trabajo”, indicó Salinas, quien es médico pediatra y anestesiólogo.