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Violencia hacia las mujeres: A 18 Meses después de la Pandemia

Atilia Cortez Cañadas

CNP:19.962

Cuando los países decidieron colocar en cuarentena a la población para evitar la propagación del virus, estaban enviando a muchas mujeres a los lugares más peligrosos donde habita un virus tan letal como la COVID- 19 y que en algunos casos se encuentra en su propio hogar.

En todo el planeta la aparición de la COVID-19 ha desnudado grandes problemas de salud y ha significado un retroceso más acentuado en los derechos de niñas, adolescentes y mujeres

En la esfera privada muchas niñas, adolescentes y mujeres del todo el mundo se vieron obligadas a convivir por mayor tiempo con su agresor en consecuencia el aumento de   la violencia sexual, de pareja, la violencia doméstica. Es así como la pandemia terminó de echar por tierra el mito del hogar como el lugar más seguro.

Al respecto la doctora Nancy Bello, médico psiquiatra, fundadora de Mujeres por los Derechos MUDERES, explicó que paralelamente el aumento del tiempo en línea para recibir las clases también las expuso de la violencia de género por vía digital: haciéndolos más vulnerables a la pornografía infantil.

Medico,psiquiatra,fundadora de MUDERES

 

Durmiendo con el Enemigo

Esta mayor cercanía en confinamiento con los agresores dentro del hogar colocó a muchas en situación de mayor vulnerabilidad y ser victimas en algunos casos de violencia sexual y sus consecuencias los embarazos forzados. Por otro lado, también muchas mujeres sufrieron la violencia más atroz de todas los femicidios. El aumento de las cifras da cuenta de ello.

Bello destacó que «también aumentaron los femicidios en grado de frustración, mujeres que pudieron sobrevivir a las agresiones de sus agresores».

«Entonces sin la intermediación del espacio público cuando se cerró la posibilidad de ir al trabajo, de ir a la escuela, sencillamente de compartir con las pares, fue habilitándose a los agresores tanto dentro del hogar como por vía online en su quehacer de artífices de la violencia patriarcal», acotó la fundadora de MUDERES

Paralelamente los sistemas de justicias han disminuido el acceso y la atención a las personas víctimas de violencia contribuyendo con  al aumento de la violencia por razones de género.

«Sumado a todo esto aumentaron las responsabilidades de los cuidados en el hogar, la pérdida de empleo e ingresos económicos, la trata de personas trayendo como consecuencia un panorama 2021 de mayor profundización de las brechas de género en la sociedad», puntualizó la doctora Bello

Personal de salud femenino acosado

 Este contexto inédito de la pandemia de Sars-COVID-19 ha puesto en vilo a los sistemas de salud a nivel mundial, tanto por la sobre-saturación del volumen de pacientes como por la situación de la finitud de los recursos, y en definitiva se potenciaron las ya precarias condiciones de trabajo de las enfermeras y trabajadores.

Contexto que aumentó sus los riesgos laborales que dejó en descubierto también las situaciones de violencia en entornos profesionales por razones de género tal y como lo expresan las altas tasas de morbi-mortalidad registradas en todo el personal de salud a nivel mundial.

Entre tanto Yermeyn York, socióloga, educadora y activista de MUDERES, precisó que la propia OMS destaca que, el 70% del personal de salud son mujeres que han estado en primera línea durante la pandemia y esta ubicación abona en alto porcentaje a las muertes por COVID-19.

 

Socióloga,educadora y activista de MUDERES

 

Nuevas configuraciones de la violencia

York relata que gran parte del personal de salud femenino ha sufrido agresiones por discriminación, dado que vecinos, vecinas, trasportistas, entre otros, creen que son fuente de contagio y han sido atacadas en reiteradas oportunidades. En muchos lugares las enfermeras optaron por no colocarse el uniforme en la calle, otras se han mudado de sus domicilios.

En los propios centros de atención muchas adultas mayores residentes en hogares de acogidas públicos y privados no recibieron los cuidados adecuados, muchas fueron abandonadas en las instituciones donde residían.

«Ademas de situaciones de violencia homo-lesbo-transfóbica en el ámbito familiar durante la pandemia Mayor exposición a situaciones de discriminación y violencia.  Re-precarización de las condiciones económicas, de trabajo y acceso a la salud, además de la mayor cantidad de mujeres de pueblos originarios fallecidas por su mayor situación de vulnerabilidad frente a la COVID-19», señaló la socióloga.

Y sin dejar de mencionar a las mujeres privadas de libertad han visto mermado sus derechos especialmente lo relacionados con la atención en salud.

«Lo cual es un llamado a revisar las configuraciones de la violencia en situación de pandemia», aseveró York

Atraso en los servicios de salud sexual y reproductiva

Hasta mayo 2021 al menos mil embarazadas han muerto por complicaciones del virus en las Américas. Así lo declara  Carisse Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en mayo de este año, advirtió que, si esto continuaba, el progreso en reducción de la mortalidad materna podría desaparecer, y pidió a los estados garantizar a las mujeres, adolescentes y niñas el acceso a la atención durante la pandemia.

La continua interrupción de los servicios de salud para las mujeres debido a la COVID-19 podría borrar más de 20 años de avances en la reducción de la mortalidad materna y también retroceder de forma importante en los avances en la planificación familiar.

En palabras de Entienne son “devastadoras las repercusiones sanitarias, sociales y económicas que este virus ha tenido en las mujeres».

Las mujeres se han visto especialmente afectadas por la interrupción de los servicios de salud reproductiva y materna, «Según estimaciones de la ONU, hasta 20 millones de mujeres en América Latina han visto interrumpido su control de la natalidad durante la pandemia, ya sea porque los servicios no están disponibles o porque las mujeres ya no tendrán los medios para pagar la anticoncepción», aseguró Entienne

Finalmente, York expresó que la atención al embarazo y a las/los recién nacida/os también se ha interrumpido en casi la mitad de los países de las Américas, al mismo tiempo, las mujeres embarazadas son más vulnerables a las infecciones respiratorias como la COVID-19. Si se enferman, tienden a desarrollar síntomas más graves, que muchas veces requieren intubación, lo que puede poner en riesgo tanto a la madre como a las y los bebés.

 

 

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