Ir al estadio, un desafío de precios
(Noticias Kikirikí).-Con la fanaticada a la mesa, la temporada de beisbol venezolano está servida. Los espectadores más asiduos al campo sacan sus cálculos y reconsideran sus presupuestos para disfrutar solos, en familia o en grupo de los partidos más esperados del playball, entre ellos el tan anhelado Caracas Vs. Magallanes, que convulsiona a Venezuela.
Este año el inicio de la temporada arrancó con desmayo en los diferentes estadios del país. Para algunos el juego inaugural en la capital carabobeña estuvo empañado por la lluvia, pero los vendedores y el grueso de los fanáticos coinciden en que no se trata de un hecho fortuito: es la secuela de la crisis económica.
La coyuntura arranca a los fanáticos ciertas comodidades que hasta el año pasado eran aún accesibles, como los abonos, una tarjeta prepagada que garantiza un puesto fijo durante la temporada, y que hoy constituye un lujo. Este año el servicio sufrió un incremento de alrededor de 85%, según fuentes vinculadas a la disciplina.
Por la medida conservadora, una familia sin vehículo, con cuatro integrantes, debe disponer de al menos 11.700 bolívares para ver a su equipo predilecto. Si cada miembro decidiera comer un tequeño, más sus respectivos refrescos y una bolsa familiar de papas, el monto asciende a 24.100 bolívares, más del sueldo mínimo, situado en 22.576.
Es el escenario más restringido para disfrutar de un Caracas Vs. Magallanes, después de las gradas, cuyo acceso cuesta Bs 1.000 e impide apreciar el juego al detalle. Pero el precio se triplica si deciden sentarse en el palco exterior, el más cercano al terreno, donde los asientos tienen un costo de Bs 9.880 cada uno, con lo cual una familia, también con cuatro integrantes, tendría que disponer de Bs 39.520, solo para la compra de boletos.
En los espacios preferenciales, el costo de una hamburguesa oscila entre 4.800 y 6.850 bolívares y una ración de tequeños cuesta Bs 3.950. En el Universitario una cerveza tiene un valor de Bs 600 y un vaso de refresco 1.100. El primer día de la zafra algunos vendedores estimaban un descenso de hasta 50% en las ventas, en comparación con 2015.
En el sitio las familias aseguran reinventarse para disfrutar de la temporada deportiva más anhelada; un evento en torno al cual más de 35 establecimientos concesionarios de comida esperan sacar provecho en Ciudad Universitaria. «Hay que esperar, la temporada apenas inicia».