(Noticias-Kikiriki) .- A 10 años de su fundación, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) está consolidada y muestra hoy logros en la unidad regional, declaró en Francia el secretario ejecutivo de ese mecanismo, Bernardo Álvarez.
En entrevista con Prensa Latina, el funcionario señaló que su organización promueve una integración distinta, basada en la complementariedad, la ayuda mutua y, sobre todo, con una visión humanitaria para reducir la exclusión social y la pobreza dejada por el neoliberalismo.
Agregó que durante esta década exploraron diversos campos, entre ellos la soberanía alimentaria, el comercio en condiciones justas, el desarrollo de los medios de comunicación, con Telesur y la Radio del Sur, y ahora se busca ampliar los horizontes con una alianza Alba-Petrocaribe.
La organización surgió el 14 de diciembre de 2004 con una declaración de principios firmada en La Habana por los entonces presidentes de Cuba, Fidel Castro, y de Venezuela, Hugo Chávez.
Bolivia se sumó en 2006 y más tarde lo hicieron Nicaragua, Ecuador y Honduras, si bien la membresía de éste último país quedó suspendida tras el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya.
En la actualidad integran también el organismo Dominica, Antigua y Barbuda, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.
La creación del Alba ocurrió justo en momentos de una gran arremetida neoliberal, cuando Washington intentaba imponer a toda la región la llamada Área de Libre Comercio de las Américas, recordó Álvarez.
De acuerdo con el secretario ejecutivo de la organización, los ideólogos estadounidenses trabajaban entonces para convencer a nuestros pueblos de la no existencia de alternativas y el imperativo de conformarse y acatar el orden establecido.
Precisamente, uno de los grandes logros del Alba fue demostrar lo contrario y diseñar una vía distinta para el desarrollo que hoy puede servir de ejemplo o inspiración a otras partes del mundo, incluida Europa, dijo.
Interrogado sobre los retos de la actualidad, mencionó la necesidad de fortalecer el Sistema Único de Compensación Regional, el Sucre, diseñado para romper con el dominio del dólar en el comercio interregional.
«De cero pasamos a compensaciones equivalentes por casi dos mil 500 millones de dólares, con una participación muy activa de Venezuela, Ecuador y Nicaragua», informó.
Álvarez precisó que para lograr una mayor efectividad del Sucre hace falta incrementar el comercio y por eso una de las tareas del momento es levantar un mapa general de lo producido y comprado en cada uno de los países miembros.
«Eso permitirá incrementar las corrientes de intercambio. Recordemos que el mundo estaba hecho para que nosotros no comerciáramos, para evitar nuestras relaciones, y por eso era mucho más fácil ir de cualquier capital latinoamericana a Miami, que a otra ciudad de la región» afirmó.
El secretario ejecutivo mencionó como otra prioridad la creación de la zona económica Alba-Petrocaribe y su vinculación con los organismos regionales, entre ellos la Unión de Naciones Suramericanas y el Mercado Común del Sur.
Otro gran reto, precisó, es darle un gran impulso a la coordinación de los movimientos sociales, porque son éstos en definitiva quienes van a defender el modelo alternativo de desarrollo.
«No es suficiente tener gobiernos y liderazgos progresistas, sino que también se necesita una sociedad movilizada y en esto hemos avanzado» destacó Bernardo Álvarez.